martes, 4 de febrero de 2014

cilindro

Querías afecto granadero: silencioso y bien afeitado, tímido para el romanticismo, osco y de movimientos en espasmo azul marino. Un camino de seducción sin sorpresas, con invitaciones obvias en ratos libres durante un fin de semana y tu cuerpo sobre mi camiseta blanca de algodón con elásticos vencidos. Sexo rústico, animal, con tonada de frontera dudosa y prontuario reservado. Penetraciones exactas en destinos periféricos y jamás imaginados: escaleras de lugares ilustres, el marco de alguna puerta emblemática o de apuro en un baño público. Acariciar el sombrero en cilindro, sentir en tu boca el metal de las medallas siempre decorativas, desnuda haciendo equilibrio en puntas de pie sobre mis botas de cuero recién lustrado. Te cansaste del contacto cosmopolita y me pedías un cariño ajeno, un poco bruto, formal y distante. Un sexo pueril, de origen humilde y sin nombre.-
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imagen extraída de aquí.-

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