lunes, 18 de noviembre de 2013

conventillos

Había otra forma de hacerlo pero implicaba menos barro, cosa que en algún punto puede ser más elegante pero nunca será ni tan interesante ni tan divertido. Son lindas las columnas marmoladas, el piso en roble de eslavonia y los plumones Montblanc, pero más nos gusta el barro porque allí pertenecemos y de eso estamos hechos. El barro como punto de partida. El barro que es genuino porque es barro y no pretende ser crema. El barro: ni lodo ni fango, el tango habla del barro. Los pobres tienen hambre y calles de barro. Los peones andan con barro entre los dedos. En las ventanas de los conventillos del Centro se junta barro. Liniers -el barrio que nos enseñó el barro- tiene un barro que nos reconoce. El barro nos permite ser felices sin sentir culpa, caminar con la sangre dulce, abrazar con verdad. Me gusta el barro porque prefiero los pies en la tierra y tener una buena razón para no usar gemelos.-
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foto de NNN.-

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