lunes, 4 de junio de 2012

pionono

En base al texto, el joven y talentoso Hey Jude ilustró esta entrada, que gracias a él, cobra un sentido muy especial. Otra vez, gracias. No dejen de entrar en su sitio.-
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Ella se acuesta a dormir desnuda. Qué se yo: en el lejano Villa del Parque parece haber un microclima que le permite irse a la cama sin ropa y no sentir que el invierno -atrevido él- le gana los pies. Ni medias de lana, ni musculosa para recitales comprada en la calle Avellaneda ni culote adolescente que no se atreve a tirar por nostalgia: desnuda, a lo guapo, desafiante, irreverente con el frío violento. A lo sumo un poco de crema en las piernas, pero no mucho más. Es una oda a la vieja escuela del pernocte, reivindica la labor nocturna de la forma más honesta posible, despojada de todo nylon, algodón y poliester furtivo. Ella se acuesta envuelta en un pilón de frazadas: es un pionono angelical, perfumado de Victoria's Secret y el incienso que prendió en el living. El sonido del lavarropas encendido monta desde el patio una comparsa desprolija, pero ella no lo nota porque ronca y me atrevería a decir que siempre babea la almohada. Egoísta, monopoliza el juego de cama desde el centro del colchón king size, cosa que no me hace ningún problema porque tengo sabido que cuando ella se va a dormir desnuda implica que de ninguna manera nos vamos a dejar dormir.-

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