jueves, 17 de noviembre de 2011

divertimento

Conté los aros de tus orejas y ni me acuerdo cuántos llegué a contar, lo hice para pasar el tiempo bajo el agua de la ducha, por oficio de quedarme perplejo con la cantidad de aros que tenías, brillos de luz y acero quirúrgico. Habían cerca de diez, once, doce aros en cada oreja, aunque puede que tuvieras más en la izquierda que en la derecha: perlas y estrellas y clavos en la parte superior del cartílago, perforaciones innecesarias, adolescentes, que conté sin darme cuenta de lo que hacía porque no es un detalle para destacar, pero estábamos en silencio, agitados, y solo se me ocurrió pensar en tus orejas, por puro divertimento matemático aunque a vos te guste llamarlo obsesión por los números. Hubo tiempo suficiente como para mirarlos y sentirlos, contarlos con la punta de la lengua, morderte los lóbulos y volver a sentir tus aros en la boca. Conté tus aros mientras estuve a tu espaldas y vos unida a mí, y yo aferrado a tus pechos y vos estrellada contra los azulejos del baño.-
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(imagen extraída de aquí)

1 comentario:

Kimbu dijo...

wow.. muy grafico..
no hay caso..
seguis siendo un genio...