viernes, 24 de junio de 2011

bondis

Estoy teniendo malos pensamientos, ¿sabés? Espurios pensamientos, genuinos, egoístas, con fiestas privadas en las que nadie se priva de nada en tramposas habitaciones de los edificios en Puerto Madero. Estoy pensando en aberraciones sexuales, y lo malo -lo incómodo, lo que en definitiva debo decirte- es que vos no estás en esos coqueteos de fantasía y lujo grupal. No sé cómo sucedió, pero ya no te pienso así; dejaste de ser la goleadora de un equipo informal y rendidor.  Te toca el exilio de las amantes sin patria, que es siempre un lugar donde hace frío y los bondis no frenan. Igual comprenderás que no fue algo buscado, es sólo que no puedo convocarte para un partido que no podés jugar. Recuerdo haber dicho que algún día iba a querer pensar en un número improbable de hijos por criar, en lugar del número del taxi para ver cómo te vas. Te aferraste a esa idea -una expresión de deseos más que un anhelo concreto- y te quedaste bien cerca, pero todavía me gusta ver cómo te vas. No es que quiera que te vayas, no malinterpretes, es solo que le tengo especial simpatía a las despedidas de guante blanco.-
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(imagen extraída de aquí)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cuando uno no puede pajearse con una mujer en particular, habiendo pasado a otra escala valorativa, es ahí donde empiezan los problemas. ¿Qué pensás?