lunes, 29 de marzo de 2010

discreto

Pará, no te pongas así, ¿Por qué estás enojado si yo no te hice nada?: eureka, he aquí el dilema, por eso mismo reboto contra las paredes y amenazo con secuestrarte al gato y pedir rescate, porque vos no me hacés nada ni me decís nada, sos menos exitante que un sifón de soda, y si me conocieras bien, sabrías que los sifones dejaron de calentarme allá por la noche del 24 de diciembre del '93, episodio en que la tía Norma, en pleno tren de confesiones alcohólicas pre-navideñas, le reveló -copa en mano, subida sobre una silla con forro de pana- a todo el público presente -eso incluye familia, amigos, el encargado del edificio y vecinos que se acercaron para el discreto brindis, y hasta un tío lejano cocainómano disfrazado de Papá Noel adicto al turrón con maní- que el primo Esteban era hijo de Lolo el sodero, célebre personaje de Liniers, más temido por su fama de rompehogares que por su vasto prontuario policial forjado a fuerza de copar protagonismo en cada una de las trifulcas que acontecían en el punto neurálgico de la barra brava de Velez Sarsfield. El mismísimo Lolo, pendenciero y fracasado asumido, me dejó esta enseñanza más que muy elocuente para nuestros momentos de no-amor y hielo constante: soda que no has de beber, soda que vuelcan los boludos o que toma otro malandra.-
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sábado, 27 de marzo de 2010

Ojos de Motorola W375 - serial

Creo que en uno de lo carteles publicitarios de Metrovías, encontramos al niño-asesino serial del subte...-

viernes, 26 de marzo de 2010

highlights

Te sorprendiste cuando él hizo el comentario casi al pasar, de casualidad o distraído, sin asumir los riesgos de nombrarme y disparar en tu cabeza una secuencia de diapositivas con los highlights de un affaire sin desperdicio. Él detalló los pormenores de una anécdota risueña y entonces vos supiste leer entre líneas lo que en verdad significó que él y yo nos hayamos cruzado. Las casualidades, dijiste. Y él hasta ese momento no se había dado cuenta. Se arrepintió justo después de haberte dicho todo. Tal vez haya reaccionado con tu cara desconcertada, porque primero te reíste, fingiste que era un episodio menor, pero no pudiste ocultar el pánico de la revelación, y él sintió esa profundidad inmensa, la distancia entre ustedes dos, la ignorancia del uno con el otro y permanecieron en silencio hasta que él descubrió que podía besarte sin pedir permiso y volvió a tu falda. Más allá de eso, no lograste recuperarle los ojos, fijar la mirada. Corriste al baño a llamar a una amiga. Le contaste lo que él y yo habíamos pasado, lo hiciste con detalle, con obsesiva precisión, y ni siquiera nos viste: cómo pudiste haberle contado todo eso si ni siquiera nos viste, él podría haberte mentido, tal vez jamás nos hayamos cruzado pero no hiciste preguntas y le creíste cada palabra, y bien que hiciste, porque en verdad fue así.
Siempre supiste que volvería.-
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miércoles, 24 de marzo de 2010

analogía

Miro tu nuca, mujer, y juro por mis deseos más impúdicos que no sé por qué aún no te clavé los premolares en el cuello, con lo que me gusta tu cuello y esa nuca que miro cada vez que puedo, y si por si acaso se te ocurre preguntar por qué siempre te abrazo desde atrás y me quedo ahí, con las manos en tus pechos, no te engañes, no es de cariñoso ni porque busque tocarte, sólo pretendo hacerme amigo de tu espalda y de tu nuca descubierta, nuca desnuda, suave, casi estrecha y necesaria para que me agrades, me cae tan simpática tu nuca muerta que no sonríe ni brilla ni es distinguida, pero qué ganas de tenerla. No me interesa verte dormir, pero intento permanecer en ese terreno casi neutro, lejos de la confusión de la boca y del lugar común de tu sexo ya conocido por todos: me ilusiona creer que no hay hombre que se haya fijado en el detalle de tu nuca y sus lunares, la geometría de un segmento tan carismático y trivial como tu nuca de nada, nuca de nuca que no tiene nombre ni analogía. Será por eso que allí me quedo. No es por tu nuca que me quede, pero es una gran razón para no perderte de vista.-
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martes, 23 de marzo de 2010

santafesina

Los esposos se deben mutuamente fidelidad, asistencia y alimentos: eso, mi vida entera, estudiante de Marketing de facultad privada, seductora a mansalva, corazón de arroz ayurveda, es el artículo 198 del Código Civil, que entre otras cosas, te obliga por ley a no estar montada inexorablemente de jueves a domingo sobre los parlantes de las discos menos pulcras en la vanguardia de la cumbia santafesina, colgada del caño que chorrea un aceite espeso y en poses que con muy poco detalle pasarían por indecorosas, con tus minifaldas de jean que tanto le reprochás a mis compañeras del trabajo, y ese escote que sólo usás para partir de gira hacia el infinito y más allá de los livings en las casas de nefastos personajes desconocidos y usuarios ocasionales del Viagra más berreta que venden al por mayor en las farmacias truchas ubicadas con pretendida relevancia en las cercanías de las estaciones de tren, lugares inhóspitos y de gente mal trecha, de bebida mal habida y de tugurio espurio, allí donde se confunde la peste y la miseria, y donde vas a parar cada vez que te fugás de casa, a esta altura sin excusas ni reparos, que vos y yo ya no tenemos nada que ver, que las cosas se disolvieron por determinación propia, que no funciona ni nunca funcionó y que no hay Derecho ni derecho que nos vuelva a conglomerar bajo la misma trinchera sin tregua.-
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lunes, 22 de marzo de 2010

adicionales

gracias.-
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Te di tan poco desde el principio que mirarte a los ojos resulta una falta de respeto a la simpleza de tus besos en paracaídas. Pido perdón por lo idiota que fui desde que nos conocimos, pero en especial, me arrepiento de los últimos momentos, del orgullo de tenerte en el palco VIP de mis días, y yo, siempre tanta sonrisa para la tribuna, siempre tan goleador, tan capitán del plantel de humo que inventé para no ser suplente en cualquier selección de medio pelo, yo sí que fui un pelotudo, y vos me creíste, y de alguna forma, aunque no vayas a reconocerlo, yo falté a tu lealtad de culto y a la cita exacta donde nuestro amor daría conformidad para seguir juntos. Yo saqué turno y después estuve ausente sin aviso. No puedo creer cómo todavía no te fuiste con el forro de tu compañero de trabajo, ese nene bien que sueña con vos, que te compra flores, que asegura que quiere una familia y un perro en los quinchitos de Nordelta y te explica con lujo de detalles y gráficos y argumentos que dan para una tesis, lo burdo de la estupidez de tu novio que ni te llama. Ese soy yo, gente. Y sí, es la verdad: te quedaste con los zapatos de oferta, mi vida. Soy lo peor que puede ofrecer el mercado, la resaca del remanente, los adicionales en los menúes de los bares en Constitución, y aún así, con lo que conlleva la desgracia de cargar con un amante desprolijo como quien suscribe, no entiendo por qué carajo te emperraste en quedarte cerca del afecto mal trecho de esta piltrafa.-
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viernes, 19 de marzo de 2010

roña

A vos, querida, avivate de una vez por todas, dejá de hacerte la ingenua ¿o sos pelandruna? una de dos, pero dejémonos de jorobar, de pensar que los hombres son bambis que andan por la calle con ganas de hacerle el bien a las chicas. Cada vez que un tipo te hace pasar primero al entrar en el colectivo, es porque te quiere pispear el culo, y ni hablar cuando te ceden el asiento: te relojean el escote desde arriba, para ver si pueden al menos rastrillar algún mínimo rasguño de tetita, aunque más no sea. Cuando un hombre te pide la hora en la calle, lo que en verdad busca es mirarte las manos en busca de alianzas de compromiso, está haciendo tiempo para ver si se le cae alguna otra idea un poquito más ingeniosa para retenerte, te está vendiendo espejitos de colores contra reembolso, y si no logra seducirte con algún lugar común, ve cómo te vas solita vos con tu alma, y de paso, otra vez, te mira el culo. Es así, chiquita, y no hay con qué darle: los hombres son una roña. A vos, que vas a la facultad: olvidate nena, al que te pide apuntes y el mail o un contacto para ubicarte, no le interesa ni un poquito la materia, sólo está preparando el terreno para atacar. Terminemos con la farsa de la amistad, el hombre es malo muy malo por naturaleza y tiene el coco podrido. Recordalo bien: el tipo que se te acerca sólo quiere hacer la porquería con vos y después contárselo a sus amigos del club.-
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jueves, 18 de marzo de 2010

conjura

Fidelidad de los peces: así quiero tenerte, cubierta entre paredes de vidrio y agua para ahogarte con el frío de lo oscuro, de lo quieto y de lo mío. También te quiero en silencio, para mí y para que no hables ni te comuniques con nadie, para no hacerte víctima de alguna conjura o deseo de otro. Sería la más lírica de las capturas. Podría cuidarte como a un pez embalsamado, con la boca estúpida en la superficie del universo. Siempre tendrías lugar en el capricho al que te resigno, y serías la única, el único pez tornasolado entre mis fobias y las cenas de domingo. Sé que no faltará mucho para que aceptes la idea. Deberías darme el gusto por una sola vez. Si yo siempre te busqué desde lo más hondo de las virtudes, aguardo a que vuelvas a mis manos de cuchillo y vino blanco. Aguardo y lo hago muy bien. Con paciencia. Aunque también con euforia y con las uñas sobre la carne de cualquiera. Sangre, que de alguna forma te llamará para arrastrarte hasta los bordes de la bañadera. Allí vas a quedarte, sumergida en mí, pensando en mí para atragantarte de mí y para vomitar y tragar más de mí. No habrá otra cosa, porque así lo quiero, y así te quiero: casi muerta pero en el amor y la fidelidad de los peces.-
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miércoles, 17 de marzo de 2010

switch

Tenés una muy peculiar forma de irritarme: modalidad entre injuriosa y ridícula, con el switch del sarcasmo en on y la soberbia con los tapones de punta. Ojo, a no malinterpretar, que yo tengo claro que ese es tu modo de conquista. Es la fórmula de la anti-dama, anti-romántica, anti-deberíasveniraconoceramamá. Sos un proyecto de víctima serial, un trencito de la alegría fuera de control. En parte, debo ser honesto y corriente: te buscás una y cada una de las cosas que te pasan, y eso incluye los aciertos. Aún así, me caés simpática, pese a que noto un febril esmero en violentarme. Por el contrario, tus palabras de lija sobre piel, de punzones en el iris y de atascos de agua en el oído, son un remedio efectivo para mi falta de ideas. Mi vida -odio hablar de mí, pero pongámosle el caso- es una vida tan regular...tan de cualquier día de cualquier hombre en cualquier país. Pero vos -que no sos cualquiera pero que de a ratos sos una cualquiera- cambiás las cosas, con tus comentarios fuera de lugar y el ímpetu arrollador. Dan ganas de cogerte, matarte y volver a cogerte. Aún así, con altibajos -haciendo énfasis en los bajos muy bajos-, tu técnica sádica intrínseca no deja de inspirarme.-
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lunes, 15 de marzo de 2010

planteíto

No es que ya no quiera dormir con vos, es que la cama se me hace cada vez más chica y la vecina tiene una salida alternativa y diplomática a nuestro problema de tiempo y espacio. No llores, no te enojes, no vomites que no es que ya no entramos porque de golpe te volviste gorda. Ya no es posible compartir la cama porque el corazón es grande y la cama es chica, y además metimos a tanta gente que para qué andar haciendo el conteo de con cuántos otros me acuesto cada vez que me tiro a dormir la siesta: mejor ni pensarlo, y si pensarlo, al menos no amargarse. De verdad, no es que ya no quiera dormir con vos, pero tus horarios son un espanto y la última vez que te tiraste encima mío fue porque intentabas ahogarme con una almohada. No te culpo, no es un reproche, no me digas que siempre que discutimos te hago un planteíto, y no digas planteíto porque yo te conozco y tengo claro que el diminutivo le agrega violencia a tu monólogo bipolar. Me voy con la vecina, es algo provisorio, ella tiene café descafeinado y a nosotros ya no nos queda. De verdad, no llores y no te comas toda la torta del freezer, y no, no es que ya no quiera dormir con vos, es que ya no quiero dormir con vos.-
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viernes, 12 de marzo de 2010

hentai

Entiendo la imperiosa necesidad de volver a tus raíces -el pueblito de Castle Combe requiere de tus servicios, tus ambiciones y tus compras con tarjeta de crédito en los almacenes hostiles de los lugareños hostiles-, pero también creo que deberías (re)considerar mi oferta de volver al abrazo de mi sofá de agua que aún no termina de aprenderse tu acento. Pasamos tantos sexos bilingües, tantas noches anónimas cargadas de sentimientos sin nombre. Qué desperdicio sería que volvieras así de fácil a tu catre y a los descansos en las sillas de mimbre con vista al parque del fuckin Collage en donde bajás muñequitos a granel. Vas a recordarme cuando andes de paseo por Chippenham. Yo te conozco, o no te conozco, pero bueno, uno siempre dice que conoce al otro y recuerda los viajes y confío en eso. Además, no podés irte: darías pie a que la Cancillería Argentina volviera a llamarme la atención. No podemos permitir que eso suceda: otro manchón en mi legajo for export. Qué pensarán las nuevas turistas cuando yo esgrima mis pases libres y muestras gratis a la loca virilidad local. Si tanto te gustó esta nación "crisol de razas", su marihuana berreta recién traída del Paraguay, los bifes de chorizo y las películas hentai que comprabas por la calle como si fueran caramelos, no podés abandonarme a la suerte de lo cotidiano. Deberías entender que somos lo más primitivo de las relaciones carnales-amistosas, y a la vez, somos la última esperanza de recomponer los lazos internacionales. Nuestras patrias se lo merecen.-
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miércoles, 10 de marzo de 2010

estimadísima

A esta altura, estimadísima, yo le sugiero que no intente hacerme a un lado. Luego de la serie de credenciales con las que hasta el momento me bendijo, tiene mi palabra de que será difícil que algún día no recuerde su número de teléfono y la dirección de su trabajo. Hágase la idea de que me verá muy seguido, convivirá con mis olores, mis rumores, mis tumores y mis maloshumores. Verá, no suelo quedarme callado y soy de muy buen comer. Por el contrario, llegaré a tiempo al registro civil y estaré bien preparado al momento de sonreírle a los ejercicios de preparto. Ahora mismo imagino el momento en que usted me vea y yo la vea, ahí, entre doctores de guardia y luces por cualquier lado, y usted, con esa carita de no sé qué, ¿Qué hay más lindo que un delfín? No quiero decir que usted tiene cara de delfin, pero imagine algo todavía más lindo. Bueno, usted es eso, algo un poquito más lindo que lo más lindo. A lo que me refiero es que con gusto la acompañaré tanto en la dicha como en la menopausia, en la salud como en las gracias, y en la nada como en la espera. No diga que soy encantador, no mienta, pero no niegue que tendremos un circuito bastante original por el que salir a pasear los perros, las ansias, los nietos y los días.-
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martes, 9 de marzo de 2010

disparos de lucidez: #39

¿Me decís la hora, fiera? Me dijo un tipo en la esquina de San Martín y Corrientes, y en los próximos diez minutos tuve incontenibles ganas de morder a alguien.-

lunes, 8 de marzo de 2010

estibador

Salimos a comer. Era una cita y de antemano, yo pagaría y de antemano, estaba preestablecido que si demostraba no ser lo suficientemente horroroso como para no compartir un café en su casa, haríamos el sexo entre tuppers y una bolsa de amarettis mal abierta sobre la mesa sin mantel. En mi cabeza, ya había tenido esta salida como un exitosísimo encuentro de a dos. Jamás de a tres, con la torpeza de una pseudo-pareja que habla y otro equis cualquiera y descolagado que intenta -sin efecto- integrarse a la conversación. Ella nunca mencionó que tenía madre, y eso no tiene nada de malo: no tengo nada en contra de las madres, nos dan la vida, a veces las gracias y otras tantas castigos, todo bien con las madres pero en ningún momento hice la invitación extensiva a su mamágordachusmahinchapelotasquejosa de camisón turquesa con flores amarillas. Mamá de anteojos y fragancia a sobaco de estibador del puerto, mamá que pide golosinas antes de entrar al cine, que pide postre en la cena, que despotrica contra los hombres post treinta sin hijos -presente, doña, dijo un enano dentro de mi cabeza- y que hasta en el momento del sexo -porque claro, hubo sexo, ya que contuve mis horrorosos ánimos de abandonar con el auto en movimiento a mamávestidoturquesa en el medio de la Richieri- espió detrás de un biombo cómo nosotros dos teníamos una intimidad tristísima, de adolescentes y bajo el estudio tácito de una vieja que aún no termina de fingir que prepara el café en la cocina.-
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domingo, 7 de marzo de 2010

viernes, 5 de marzo de 2010

acunar

La muerte es un cuatro por derecha, transpirado, maloliente y sin muchas ganas de correr. Es un cuatro rendidor y hasta ahí, sin lujos, sin chiches ni botines dorados, sólo conserva una promesa: en algún momento, te rompo la rótula. Y uno lo cargosea, le muestra la bocha, le mete un caño y mientras más finito uno pasa de la muerte, más ganas tiene ella de pegarte bien fulero desde atrás. La muerte es un pilar más bien rústico y sin diplomacia. Me cago en el fair play, te dice y escupe al pasto. No te lo tomes tan a pecho: la muerte se caga en todo y en todos. Así es ella: un empleado administrativo muy mal pago (con razones para rezongar). Es quien debe hacer el trabajo sucio every day. Sacar la basura, limpiar la cloaca, barrer las chozas, perfumar el bidet, lustrar el pasamanos, encerar el jonca, macerar la bola de fraile, acunar a los paralíticos, peinar los pastizales; usted me entiende. Pero la movida es encarar siempre para el aro, mandar gambeta y sonreirle a los flashes. La muerte es un cuatro sin mucho movimiento, ¿vio? si por si acaso lo engancha como Dios manda -esos patadones para convidar, patadones de Padre y Señor Nuestro-, ni problema se haga, que no es que usted haya perdido la mística, es que la muerte aguanta hasta que a uno lo ve medio cansado para darle prolijo prolijito en el medio del pecho.-
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jueves, 4 de marzo de 2010

disparos de lucidez: #38

Me pone feliz que las mujeres hermosas salgan con tipos feos de cara-buena gente. Inspira una suerte de justicia que rara vez se ve.-

miércoles, 3 de marzo de 2010

décimo

A mí no me engaña la mística de tus pechos de risita bordó: el zócalo de fantasía que hace degradé hasta morir en un punto. Hablo de tus pechos de lírica abstracta, de ningún perfume y de gusto a pechos, porque son pechos y así está bien, cuando hablo de tus pechos quiero referirme a tus pechos, un lugar que mi capricho imagina propio y que tus intenciones -desencontradas con las mías- estimarán de algún otro, de cualquiera o de fábula con siesta con algún escritor mediocre. Por favor, que ese cualquiera no escriba, o que no lo haga mejor que yo. Que no te diga que me conoce, no le digas que me conocés y que tus pechos tampoco lo digan ni dejes que interfieran en ese diálogo descarado sobre un tercero que vendría a ser yo, que más que tercero soy un octavo, un noveno, un décimo con el que compartís el cuarto de a ratos, cuando te place y cuando accedo y accedo siempre. Que tus pechos no se den cuenta del manoseo ajeno. Que tus pechos sonrían de felpa cuando se encuentren con mi boca inequívoca.-
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martes, 2 de marzo de 2010

green

De ahora en más, sólo voy a salir con mujeres embarazadas o mujeres que parezcan estarlo. Cualquier pancita que ande por ahí, dama hinchada que se prive del Activia y niño por nacer en su hogar primero, señoras y señores, ahí estaré, listo para seducir y pasearme de la mano. Salir con una embarazada es genial: no hacemos filas en el cine 3D -puedo llegar a la hora que se me antoje e interponerme entre los espectadores y el acomodador en cualquier segmento de la interminable cola-, las viejas me sonríen porque creen que soy el padre, los mozos se apresuran en traer la comida y no se ofenden si uno deja propinas miserables porque entienden que ahora que hay que mantener a tres bocas, las cosas van a ponerse difíciles y hay que hacer economía. Puedo tener cualquier tipo de temor o preocupación absurda y la gente me justifica con la idea de claro, es padre primerizo. Es más, al andar en auto, me tomo el atrevimiento de insultar a uno y cada uno de los taxistas y colectiveros de Capital Federal y alrededores. Nadie se violenta con un hombre que va con una embarazada. Nadie quiere una viuda encinta. Puedo escurrirme en cada reunión de trabajo, familiar o bodoque diario, con la excusa del disculpen, tengo que irme, ustedes saben...mi mujer -¡ups! quiero decir, mi novia ¡ups! me refiero a una amiga- embarazada me necesita, y todos te creen, porque es sencillo: salir con una embarazada es la green card a una vida sin necesidad de que a uno le hagan tantas preguntas de más.-
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lunes, 1 de marzo de 2010

agüita

Yo te dije y vos no me diste bola, te advertí que no me dijeras asesina, si yo no maté a nadie, nunca me quejé de la carnada rancia con la que me alimentabas, no critiqué mi cautiverio, la veda sexual del acuario, el saltar y tocar el puchinbol como un campeón, sonreírle a los nenes y tirarte agüita en tu patético sketch en el que vas explicando las partes de mi cuerpo como una humillante clase de anatomía marina. Fuimos amigos, dijiste que lo eramos, pero los amigos no se llaman asesinos, no unos a otros, yo jamás te dije bombacha floja, cornuda o ladrona, ¿por qué tenía que tolerar que me dijeras "asesina"? Es feo, y vos no me escuchaste, por eso pasó lo que pasó, porque si bien las comparaciones son odiosas, hasta podría haber aceptado que me dijeras Willy, pero no, y vos dale con asesina, y al final te agarré de los pelos, te asustaste, te di el gusto, ahora sí, puta de mierda, ahora vení al acuario y decime ballena asesina.-
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