miércoles, 9 de septiembre de 2009

Munro

Al verla en los bulevares de la Facultad de Derecho, ahí en donde paran todos los colectivos que vienen y van de Provincia y sus alrededores, sonó en mis oídos la canción Close to you, de los Carpenters, y acto seguido, después del instante de romántica psicodelia juvenil, sentí en mi nariz la bocina del 93, proponiendo de la forma menos simpática posible llevarme desde Figueroa Alcorta hasta Munro, gratis y en la comodidad de viajar entre el guardabarros y la rueda delantera derecha. Me vi entonces -me vieron todos- en medio de la calle, el chofer que me gritaba pendejo suicida, correte que sino te tengo que pagar por bueno, una vieja que aseguraba mi total estado de alcoholismo o drogadicción a la temprana hora de las 10 A.M., compañeros de la cátedra de Derecho Internacional Público que daban fe de que soy un tipo extraño porque participo en clase, un policía que comenzaba a realizarme el cacheo reglamentario en busca de armas o estupefacientes, y entre tanto circo en tiempo real -"circo verdad", dirían en la tele-, estaban mis ojos en vos que te ibas -así como sabiendo que yo te miraba-, y vos misma que jamás te diste vuelta para quedarte con esa imagen montada por y para tu belleza con efectos colaterales.-
.
.
(imagen extraída de aquí)

1 comentario:

Marina Agra dijo...

ya le dije. usted se hace el duro pero es un romanticón de primera órden. bravo por la raza!