martes, 30 de junio de 2009

cantante

Y ahora, con este nuevo disparo en el hígado -nena, me heriste de muerte pero te fuiste antes de aprovechar la agonía del minuto noventa-, mirá quién volvió y hace sonar las campanas, mirá quién incendia las caravanas, quién da vuelta las palanganas, quién no se queda con las ganas
-si yo tengo la razón, y no hay oposición...-. Mirá quién se limpió la sangre del ojo, vengo con el delirio de Napoleón y William Wallace, vengo y sin barbijo ni antecentes, caigo como una nueva figurita, caigo y caigo, y qué le vas a hacer. Si ves que se te inunda el bidet o se te pasan los ravioles, que no te sorprenda. Pensaste que te librarías de mí, que con el palazo en la nuca me iba a quedar muzzarella, que la tertulia se acaba cuando a vos se te fulmina el pesto, pero mirá vos, mirá cómo aparece el amigo, miralo bien porque no vas a volver a verlo así, tan sueltito él, cantante que le dicen, cuerpito gentil, con la culpa peso pluma y la soberbia para repartir en sachet. Ahora sí, seguilo como vos quieras, o como puedas, y sino, no lo sigas, él sabrá dónde ubicarte: lo supo siempre, siempre volviste y si siempre volvemos debe ser porque siempre algo nos queda.-
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(imagen extraída de aquí)

lunes, 29 de junio de 2009

saltimbanqui

Cada vez que no me llamás, me transformo en una liebre. Lo digo de verdad. Ahora mismo permanezco en puntas de pata, con mis manitas de liebre golpeando teclas y esperando que al fin, tu estrategia de delfín sicario se digne a marcar la cancha en el celular. No sé cómo podré atenderte sin pulgares a la vista. Algo vamos a inventar. Pero mientras tu indiferencia de rinoceronte en celo se lleva lo mejor de mi humanidad, soy una liebre estúpida, suicida por depresiva. Soy una liebre medio emo, medioevo, medio pelo, medio pelotuda y a medio pelarse las patas, roídas por la desesperación de hacerme el burro, el otario. Vos sí que sos bien yegua. Ave de rapiña sos, camorrera, y yo soy un ganso, que todavía te paso bola y vos que me tratás como la mona: ni a un perro se lo deja así. Lo triste es que por más que conozco tu espíritu de gato saltimbanqui, de golondrina perversa, aún sabiendo que me tomás por pavo y que yo te trato como a las vacas en India, te sigo queriendo. Eso sí es triste. Pero hay algo que no te dije. Sí te comenté que cada vez que no me llamás, me transformo en liebre. Lo nuevo es que cada vez que dejás de llamarme, voy poniéndome un poquitito más zorro...-
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(imagen extraída de aquí)

domingo, 28 de junio de 2009

Qué lindo es votar en familia

En simultáneo con www.politicargentina.com
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Qué lindo es votar en familia. Y con todo esto del dengue, la gripe porcina y el frío cuasi-nórdico, elegir a nuestros representantes se convirtió, sin exagerar, en una tarea de riesgo. La campaña apocalíptica –aún más eficiente que la política- ha dado resultado, y aconsejan ir a votar con barbijo, no tocar las listas, no saludar gente ni dar abrazos ni mirar novias ajenas ni jugar con el fal de los gendarmes. Todo es peligroso, nocivo, perjudicial. Pero a votar, hay que ir, cómo no vas a hacerlo, si es derecho y deber, y de paso se vuelve al barrio, al almacén, a la escuela pública para comprobar que todo está igual que la votación anterior y que hace cinco, diez, veinte años atrás, en que caías tarde al aula con el delantal blanco. Qué lindo todo, qué lindo es votar en familia. Uno siempre se encuentra con alguien conocido que no ve hace mucho, y habla de cualquier cosa menos de política porque hay veda, no se puede ni tomar alcohol ni decir Kirchn…, Michet…, Stolb…, pino sí podés decir, porque un pino es un árbol y además, podemos hablar de cualquier otra cosa, qué se yo, de Michael Jackson, qué pena que se murió, bailaba tan bien, y viste que ahora la muerte está como de moda, hay un efecto dominó, se está muriendo gente que no se murió nunca –ni volverá a hacerlo-, y muere gente por el dengue, la gripe porcina, ¿Vos no usás barbijo? Se mueren porque hay pandemia, plaga, plaga de imitadores de Michael Jackson, hay tributos por doquier, este fin de semana escuché Thriller en la radio más veces que la pregunta “¿A quién vas a votar?”, ¿A quien votaste? Estamos en veda, es cierto, perdón. ¿Tu familia bien? Regio, regio. Sí, mandá saludos. Qué lindo es votar en familia.-
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(imagen extraída de aquí)

"me hice tortita"

Ingenuo aquel que dice haber comido torta en su vida, sin siquiera haber probado las especiales de mamá.
Yo te avisé, te invité y no viniste.
Ahora sí, bancatelá.
Sin el pan, y como no podía ser de otra manera, sin la torta.-

sábado, 27 de junio de 2009

Ojos de Motorola W375 - Supermercadismo

-Siempre me pediste que hiciéramos algo diferente, original, que te llevara a un museo, a una muestra, por qué no, al Centro de Exposiciones, ahí, donde alguna vez hicieron la Feria del libro. Bueno, acá estamos, no te podés quejar, te traje a la Vº Jornadas de Supermercadismo de Origen Chino en Argentina y Autoservicios de proximidad. Ahora vamos, decíme querida, ¿Cuántos tipos te trajeron a un lugar así?.-

viernes, 26 de junio de 2009

Valley

Si una deja de salir con los intelectuales full time, los estudiantes de Arquitectura, los amantes del sadomasoquismo tántrico, los siempre celosos, los nunca celosos, los mitómanos mujeriegos, los que jamás se darán cuenta de cuándo fuiste a la peluquería, los que se depilan el pecho con cera, los que tienen el gimnasio por segunda casa, los que a toda hora quieren ser elocuentes, los periodistas pretenciosos, los pseudoprogres con blackberry, los que nunca quieren ir a comer a lo de mamá, los cinéfilos adictos a Star Wars, los que discuten de política con la misma intensidad con que se quejan porque dejamos las toallitas fuera del botiquín, los actores faloperos, los escritores faloperos, los músicos faloperos, los médicos ginecólogos, los frívolos golden boys de Palermo Valley, los vagos y mediocres, los lindos con autos lindos y exigencias muchas, los que prefieren ver la repetición de un partido del ascenso a tener sexo con vos, los adictos a la Coca-Cola, los cocineros frígidos, los modelos sin apuestas a futuro, los que están convencidos de que todo tiene un precio, los que creen ser el hombre de tu vida, los que le tienen fobia al compromiso, los que insisten en financiarte los implantes mamarios, los que se cogen a tus amigas, los que no dejan propinas; si una deja de salir con todos ellos, ¿¡quién carajo queda para limpiar mocos y cambiar pañales?!.-
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(imagen extraída de aquí)

jueves, 25 de junio de 2009

Ingalls

Si uno deja de salir con las periodistas bloggers y su ánimo competitivo, las estudiantes de psicología, las actrices merqueras, las escritoras frustradas, las compradoras compulsivas, las chetas de Palermo, las chetas de Recoleta, las prenseras del jet-set, las camareras de los bares cool, las psicópatas enamoradizas, las artistas plásticas incomprendidas, las fotógrafas voyeur, las perversas/chanchitas, las rubias de jueves en taxi, las ninfómanas alumnas de la Facultad de Abogacía, las hippies y freaks de Letras en la UBA, las vendedoras de ropa de autor, las perfectas amas de casa, las obsesivas con su peinado, las que no pronuncian ni una fukin "s", las que te dicen lo tan bueno que sos, las que te dicen lo tan malo que sos, las que no te dicen nada, las que te siguen por un tiempo, las que lloran cuando están felices, las que a toda costa te quieren presentar a su familia tipo Ingalls, las que buscan a un muchacho de buena familia, las ultracatólicas, las ultracaóticas, las paranoicas que caminan con barbijo, las que te miran demasiado a los ojos, las que roncan, las que preguntan en exceso, las que aprovechan que te distraigas para mandarle un mensaje al otro, las que te duermen con Rivotril para sacarte los órganos y lanzarlos al mercado negro, las que se ríen de tus textos; si uno deja de salir con todas ellas, ¡¿quién carajo queda?!.-
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(imagen extraída de aquí)

miércoles, 24 de junio de 2009

motoneta

No te subas a la trepadora, me dijo papá.
No te subas a la trepadora, repitió papá.
Te vas a caer de la... y me caí. Después llegó papá, y se sumó el dolor del golpe a los moretones de la paliza que me dió por no hacerle caso. Veinte años después -desobediente, indisciplinado, irreverente y ya sin dientes de leche- vengo a encontrarme con vos, que aparecés de feria y de trampa, con ganas de vender espejitos de colores y de asesinar a los indiecitos nativos de mis almohadones comprados en Once. No es justo que tu dictadura de gloss y rimel se haga cargo de mis fantasías, que mires el corso desde la vereda de enfrente y te cueles en la comparsa cada vez que te pinta no estar con el otro. Pará la motoneta, aflojá con el chimichurri, dejá de mojarme la oreja y dame un beso, escribime una carta, sacame a pasear por San Telmo un domingo a la tarde. Bancá los pelotazos, llamame cuando puedas, y si no volvés a llamar, ni se te ocurra desparramar confites en el camino: al momento que te acuerdes, vas a estar en evidente off side.-
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martes, 23 de junio de 2009

Corea

Estoy perdido en mi propia casa, peor que esa empleada doméstica que nos robaba los caramelos de miel y terminó por abandonar el trabajo con la vieja excusa del "no me hallo, no me hallo". Así me dejaste. No me hallo. No encuentro ni el jamón ni el queso, no hay aceitunas, ni papitas, ni chicitos. No hay guirnaldas. No hay nada que festejar. Me siento en el sillón y me incomoda la gomaespuma, veo todo desordenado, pican los pullóveres al bajar a la calle, el perro se mea por cualquier lado, la vecina me acusa a cada rato de drogadicto y depresivo, y ni siquiera recuerdo en qué lugar escondiste la parafina del violín y el Rivotril nuestro de cada día. Qué pasa que no llamás, qué pasa con vos y dónde guardaste mis discos de Chick Corea. De verdad, con una mano en -donde dicen que está- el corazón: me arrepiento de todo lo que hice. No me acuerdo muy bien qué es todo lo que hice, pero sabés que tengo la mala costumbre de olvidar mis defectos y errores conyugales. Volvé, querida. Volvé que jamás supe cómo preparar la crema chantilly para las frutillas, la salsa de champignones a mí me sale para el orto y terminará por carcomerme las vísceras la nostalgia que produce no tener tus camisas en el cesto de ropa sucia. Volvé acá, dale, ¿Qué estás haciendo sin mí? Volvé que está todo igual -de mal- que cuando te fuiste: la tele puesta en el canal de moda, los vasos con agua debajo de la cama, y en el buró, tu crema para las patas de gallo. Volvé, querida: ni siquiera sé qué carajo son las patas de gallo.-
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Imagen de nnn.-

lunes, 22 de junio de 2009

oliva

El disparo en la nuca es innecesario y bastante fuera de lugar, frente a madres e hijos que ahora se tapan los ojos para luego dejar caer al suelo sus bolsas de tomates y aceite de oliva. Primero la sangre y acto seguido, se tiende sobre la caja registradora el mismo cuerpo muerto de la china del supermercado: su nariz, desplomada justo encima del número cinco, teje en la pantalla una cifra infinita que se repite una y otra vez. Por si quedaban dudas, Pipo advierte esto es un asalto, al tiempo que El Rengo gatilla sobre la frente de un viejo que amagó con pegarle un bastonazo a su compañero. Pipo aparta el cuerpo de la china y mete la plata de la recaudación dentro de su riñonera negra, esa misma que le había robado a un rollinga una vuelta en Parque Lezama. Linda la riñonera, de corderoy y con un parche de Los Piojos. Quedate quieta, la concha de tu madre, le grita El Rengo a una nena que llora de miedo. Los tres repositores no se mueven, y aunque nadie lo pidió, se tiraron al suelo y permanecen con las manos en la nuca. Listo avisa Pipo, y El Rengo alcanza a robarse un paquete de papas fritas de una góndola y a patearle la cabeza a uno de los tres empleados. Lo que jamás alcanzan a ver es al chino -marido de la china, que durante la secuencia se quedó mudo y bien quietito en un rincón del súper- que al ver salir a los dos tipos, no duda en manotear el fusil de abajo de la caja registradora y sacudir la sangre del caño del arma para gatillarle la nuca a Pipo, que suelta la riñonera recién al quinto disparo recibido desde el asfalto y por la espalda.-
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viernes, 19 de junio de 2009

rayitas

No amenaces con que te vas a ir. Si tenés tantas preguntas e inseguridades y crees que no soy el indicado para vos, tomate el viaje de ida y no vuelvas. Dejá de llamar, quedate con lo tuyo y ni se te ocurra pisar las costas de mis textos. Basta con que te venís a instalar pero siempre te olvidás de algo. Si no tenés cepillo de dientes, te lavás con el dedo, y punto, qué tanto espamento. Y no te creo eso de que mi casa es fría y que la tele se ve con rayitas. A vos no hay pantufla que te venga bien. Estoy podrido de que seamos una posibilidad, casi tan podrido como esa vez en que dejaste los tomates afuera de la heladera y se pusieron verdes y le salieron gusanos y pelos. Podrido me tenés, de que te asomás a este affaire pero después te vas a dormir sin beso ni abrazo. Y me dejás así, así mirá cómo me dejás, comiéndome las uñas de la desesperación. O una cosa o la otra: pero no va que mandes cartas, que me toques la puerta y cuando salgo, tantees y corras para el otro lado. Tirate a la pileta, querida, jugatelá, porque sino, estoy seguro de que va venir otra como vos pero con más convicción y un cepillo de dientes, y se me va a amotinar en tu rincón preferido de la cama. Porque la mayonesa de todo esto pasa por que una amante indecisa tal vez tenga solución, pero tu cobardía de mujer es una piedra que terminará por ahogarnos en el costado más frío de mi almohada.-
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jueves, 18 de junio de 2009

muñequitos

No existe la mujer equivocada; existen momentos menos acertados que otros. A encaja perfecto en la mesa de Navidad, B prefiere pasar el fin de año en Cabo Polonio. A colecciona muñequitos Jack, D se olvida de mi teléfono. F tiene un perfume de verano, B jura que jamás tendremos cuatro hijos. G se burla de mis cuentos, E se acomoda muy bien en el lado izquierdo del sillón. Todas se ríen con exactitud, dan besos de color celeste, cantan canciones en la ventana, me acompañan al teatro y a cenar. F tiene un trabajo que no le molesta, A está molesta con sus empleados en el trabajo. D vive con su familia, C alquila un dos ambientes y prefiere no hablar con su abuela. G vio a papá y dijo que somos parecidos, A me confiesa que si yo no me quedo con ella, saldrá a buscar a mi papá. D cocina bastante bien, C usa cubiertos descartables. A detesta las series de Sony, B visita museos para no sentirse sola, C fuma cigarrillos importados, D tiene las manos tibias, E critica mi soberbia, F compra y vende joyas en Libertad, G no recuerda cuando nos conocimos: las siete maravillas del mundo caben todas en la misma cama.-
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miércoles, 17 de junio de 2009

nueces

Vas a quedarte con lo mejor de mis días. Lo advierto para cuando pienses en dejarme o engañarme con algún otro tipo. Voy a entregarte mis años de gloria, lo más fértil e intenso de mi descendencia, la lucidez absoluta en mis reflexiones, la posibilidad de que hagas tuya mi almohada, de que calientes el mejor lado de la cama King Size y de que elijas el color de las cortinas. No suene como amenaza, pero cuidado: me quedo con vos para no quedarme con nadie. Conste que no habrá caridad: yo me banco tus antojos y las toallitas en el botiquín, pero a cambio te pido que seas prolija y afectuosa. Yo resigno mis fiestas de strip poker y Bailey's en casa de cualquier amiga, pero vos preparame la comida y dame un beso antes de dormir. A cambio me privo de escribir para otras, de ganar más y verte menos, de catar mujeres en las temporadas de veraneo adolescente. Entonces vas a quedarte con las últimas nueces de mi puerilidad. Y espero que te duren, y que te gusten, y que te encanten y que siempre quieras más.-
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martes, 16 de junio de 2009

Perdón, Gabo.-
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"Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, quien suscribe había de recordar aquella tarde remota en que una adolescente cualquiera lo llevó a conocer el hielo, dejándolo en el freezer de la indiferencia por un lapso de tiempo considerable, cosa de que el tipo -es decir, quien suscribe- se avivara un poquito, o se diera cuenta de que desde el fondo del casino de sus días, un croupier medio pasado de vuelta y algo rengo había gritado un 'no va más' inaudito, implacable e impensado hasta el momento...".-

ninfómanas

Haberme acercado a las gemelas Fernández reportó beneficios tanto en lo sexual como en lo académico. En lo sexual, no hace falta dar detalles. En lo académico, dupliqué la mediocridad de mi promedio rasposo, pasando de un cuatro a un ocho, lo que me trajo aún mayor popularidad con las estudiantes de Abogacía: ninfómanas que se excitan con un alumno con padre abogado, y elocuente -sin ser tedioso- en las clases de Concursos y Quiebras. Cuestiones matemáticas: dos cabezas estimulan mejor que una, y durante esos meses en que salíamos los tres juntos, padecí la sobre-estimulación de dos mujeres tan generosas como perversas. Nunca las oí discutir. Cenábamos en su casa, frente al padre y la madre. Jamás ocultamos nuestro noviazgo tripartito. La madre hacía unos muy buenos fideos al scarparo. El padre estaba resignado: tenía otra mujer y sólo quería encontrar el método más diplomático para irse a la mierda con la minita del laburo. Solía repetirlo a cada rato. Cosas que pasan. Entonces fueron meses de comunismo sexual, de comunión y de comprar todo por dos: mi virilidad estaba doblada, claro, pero mi sueldo no. Le oculté a la abuela que salía con unas hermanas. No me parecía correcto. Ella, tan católica simbiótica monogámica, qué pensaría de su nieto. El abuelo estaría orgulloso. Pero la abuela no, a pesar de que ella siempre dice que lo que abunda no daña. Aparte, es sabido que mejor que salir con una buena mujer, es salir con dos buenas mujeres. Lo que no estuvo muy bueno fue ser dejado por ambas, en simultáneo y en stereo. La abuela jamás habló de este punto.-
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lunes, 15 de junio de 2009

sorpresa

Sé que dije que estaría bien, que yo siempre lo estoy, y tal vez lo hice para tranquilizarte, restarle importancia a tus manos y a la bienvenida de tus cenas en las noches de junio. Sé que dije que no te odiaría, y no voy a hacerlo. No tengo por qué. Claro que me hubiese encantado que a fin de cuentas te quedaras conmigo, para -sin pedir permiso- verte bailar en la cocina, saber que sos vos la que me roba los cigarrillos del cajón. Voy a quedarme sin tus hijos. Cómo van a dolerme tus hijos sin mis hijos. Pero todo parece tomar el rumbo adecuado. Serás parte de la lógica del otro, de sus siestas y anécdotas de gala y vino tinto. Suena coherente. Si fuese vos, tal vez me hubiese quedado con él, aunque no sonría de más y nada le sorprenda ni te quiera tanto como yo. Para qué nos vamos a engañar: si fuese vos, me quedaría conmigo. Aún así, tu elección suena muy coherente, y de todas formas, las conjeturas no terminan de ser suficientes como para correrte de este mismo texto. Nunca pudiste ser una más: no lo conseguimos. Y siempre supiste que sería el final, que nos despediríamos cuando todo comenzara. Yo también lo supe, lo vi venir e igual te acaricié desde atrás, sonreí para luego asegurarte que todo estaría bien, pero sorpresa: te mentí.-
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sábado, 13 de junio de 2009

viernes, 12 de junio de 2009

siglo

Hay un problema con vos. Es puntual. Es un tema de criterio, de relevancia: un asunto laboral. No sé en qué parte de mi Currículum mencionar que salí con vos. No sé si especificar cuánto duró el noviazgo -23 días, 12 horas, 37 minutos- ni qué tan buen sexo tuvimos -burlaste cada uno de los procedimientos anteriores, a cada método y postura y mujer con fines ilustrativos, de todas te mofaste, y con razón, porque lo tuyo es para armar un álbum de fotos, para lanzar en cantidad y en formato coleccionable, sin obligación de compra pero con obligación (moral) de aprovecharlo al máximo en caso de adquisición-. No sé si contarle a mi futuro empleador de nuestras salidas al cine -jamás pudimos ver ninguna película (You can't say we're satisfied, but you can't say we never tried, diría un amigo)- o de las cenas en tu casa, más dadas al pre play que al diálogo protocolar y a la comida en sí. Definitivamente creo que suma ser detallista, ir a la intimidad de la relación -breve relación, pero relación al fin-, ahondar en las minucias de tu ropa interior, en los secretos de tu botiquín. El tema entonces pasa por agregarte en Otros estudios e intereses, en Maestrías y premiaciones varias o en Grandes e inexplicables robos impunes del nuevo siglo.-
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jueves, 11 de junio de 2009

cheesecake

Mentís a los ojos. Sin el más mínimo reparo, te quedás en mis pupilas y sos capaz de sostener cualquier cosa, de verdad te digo que mi mamá y tu papá se conocieron hace muchos años, ¿te imaginás si descubriéramos que somos hermanos? Y yo doblo la boca, levanto las cejas, dejo entrar por las persianas de mi escepticismo cada una de las desquiciadas y atolondradas posibilidades que desliza tu ametralladora de mitomanía. Sos peligrosamente inteligente. Por eso intento no salir con alguien como vos: atentás contra las buenas costumbres y la fidelidad de los caballeros. Hábil, simpática y bella: no tengo dudas de que vas a dejarme. Aunque siempre jures que no, juro que no voy a dejarte me decís, y yo vuelvo a doblar la boca y a levantar las cejas, y bebo de un sorbo mi lágrima en jarrito, y devoro la cheesecake, e intento besarte pero estoy muy lejos y me pongo de pie y me inclino hasta tu boca y me doy la mesa contra el estómago y vuelco sobre tu vestido el licuado de naranja y pomelo que pediste, y vos me decís qué pelotudo que sos, y ahí sí veo que no fingís otra cosa, que en verdad estás siendo sincera, pero de toque corregís con un sos un pelotudo fantástico, y tu sonrisa certifica una mentira preciosa y convincente, y entonces vuelvo a creer en cada delirio que me vendés al por mayor.-
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miércoles, 10 de junio de 2009

escabeches

Te lo voy a decir de una, porque estoy de buen humor y no tengo ganas de ir a conjeturas y metalenguajes. Vos y yo. Así nomás. Sí, nosotros dos. Ya fue. Me banco el contragolpe. Quiero vivir con tus canciones, besarle la peluca a tu vieja en el cumpleaños, abrazarme con tus hermanos cuando meta un gol Argentina, quiero pedir un aplauso para el asador y tener tu mano en mi pierna, dame la chance de guardar tus escabeches en el fondo de mi heladera, de compartir kilos y kilos de helado, de verte desnuda cuando nos cambiemos para ir al trabajo. Estoy siendo claro, ¿no? A ver si me explico: quiero prepararte las tostadas con Mendicrim y alcanzarte, en esa misma bandeja, la mermelada, el jugo de naranja y la convicción de que te quedaste con el hombre adecuado. Quiero fumar tantas veces en tu ventana, afeitarme entre tus bombachas, gritarte para que me traigas el toallón, pedirte disculpas y volver a hacerlo, besarte cuando duermas, ir al supermercado con tu listita, que me laves las medias, me perfumes las mangas de la camisa cada vez que te toco el cuello, acomodes a mis hijos, que me reclames, me celes, me extrañes, me busques, me encuentres, me llames, me lames, me ames.-
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martes, 9 de junio de 2009

yenga

Nada peor que una mujer cobarde.-
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Y preguntaste, y aquella vez insististe para que te dijera qué es un placebo, para qué sirven, y yo no supe muy bien qué responder, te mandé a leer el diccionario, a buscarlo en Google. Un par de semanas después, cortamos. Un par de semanas después del par de semanas después, adoptaste un gato de la calle, al que le pusiste un nombre cualquiera, algo así como Ricardito, Carmelo, Walter. Pero a mí no me engañás, yo sé que cuando estás sola, acariciás al pelotudo del gato y le decís mi nombre, otro pelotudo en tu jaula de circo romano, y cada vez que vas a Blockbuster y cargás en tu canasto bolsas de pochoclo precocido, chocolates finlandeses y las cajas vacías de películas vacías, sos vos misma la que está vacía, sos el envoltorio del regalo más estúpido, una tostadora con bluetooth, mini pimmer a dinamo, juguera por control remoto. Seguí sola, pero dejá de mentirle a mamá, que te la cruzás en el almacén y le decís que ya no estamos juntos porque a mi se me volaron los canarios y me pintó el cachengue. Si estás sola es porque querés, si yo te llamé, yo te invité a desacomodar el yenga de mis noches en soledad. Bancatelá, si así lo quisiste, bancatelá. Y dejá de usar al gato como un placebo -ahí está, el gato es un placebo-: hacé vibrar mi Motorola W375 y en consecuencia mi estabilidad.-
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lunes, 8 de junio de 2009

piloto

No quiero casarme contigo, Sith, dice una rubia platinada de corte carré, a la que con el vientito de la campiña se le notan los timbres por sobre la remera blanca. Quiero casarme con un piloto, recorrer el mundo ¡maldito! ¡maldito seas, Sith! nadie abandona a las 11 semanas, y Sith -corbata bordó, saco beige de pana, zapatos recién lustrados, corte militar y ganas de ahorcar a una rubia interesada, coqueta y que fingió un embarazo para tener de las pelotas al aspirante a piloto de la Fuerza Aérea norteamericana- hace un bollito con sus ilusiones de papá primerizo que vive con la madre y su flamante noviecita que rescató de un pueblito en la concha de la lora yanqui, y desiste de la idea de volver al puesto administrativo en su almacén de Oklahoma, olvida el sueldo módico, el horario fijo, la polenta para cenar y la palangana cuando haga frío. Entonces, al carajo con las expectativas y sueños y amigos por correspondencia, para volver a la pensión de mierda en el lugar de mierda en donde hacía un curso de mierda manejado por militares de mierda. Se traga el anillo -que la rubia rechazó- en un trago de esa botella de cognac que aún guarda dentro de una bolsa de papel madera. Richard Gere -alto, corte de pelo como el de Sith, todavía no tiene las canas que sí tiene en El Chacal- sale a buscarlo en una moto. Siempre quise ser Richard Gere. Y ahora quiero ser Richard Gere piloto.-
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sábado, 6 de junio de 2009

Ojos de Motorola W375 - Principiante

Si tus padres te compran un auto pero definitivamente buscan contramotivarte para que no lo uses, cabe la posibilidad de que te empapelen los vidrios con carteles como este.-

viernes, 5 de junio de 2009

Babilonia

Jamás te tomaste un bondi para venir hasta mi casa. Jamás te tomaste un bondi, ¿Y ahora me decís que te vas en el 53 hasta Castelar para ver a una de tus amigas de la facu? Creo que es razón suficiente como para pensar que me estás cagando (y de la forma menos disimulada). Hasta hace una semana, para vos Castelar era un país del África más pantanoso, una marca de inodoros, un movimiento en el rugby. Entonces, match point para tu mentira de a tres. Hoy te voy a llevar a comer al mejor lugar de Puerto Madero. Después, pagaré la más cara habitación del telo más caro en Panamericana: tal vez Los Jardines de Babilonia, esa suite que tiene una carroza y las paredes pintadas por un Miguel Ángel de Haedo. Desnudo -champán, cerezas y Phil Collins de por medio- daré sin demasiado esfuerzo -ni pastillitas azules- con un sexo prolijo y brutal: nada que se parezca a lo vulgar de tus amantes rockers, actores o periodistas. Voy a portarme con la soltura y el encanto de los últimos meses, en que saqué a pasear lo más impoluto de mis guantes blancos. Justo cuando estemos al pie del yacuzzi o sobre la montura de un caballo plástico -viste lo que son esos albergues, tienen de todo-, justo en ese instante en que yo sé que te estrujás, y apretás los dientes y gritás barbaridades, voy a exigirte al oído: decíme que escribo mejor que él.-
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jueves, 4 de junio de 2009

edelweiss

Soy cualquier cosa menos una flor. Lo que quieras puedo ser, eh: un muppet, un muffin, un Mandala, pero una flor no. ¿Tengo cara de flor? ¿Qué flor sería? ¿Una cala, un gladiolo, unas fresias? Decíme. ¿Una flor? a quién se le ocurre, en qué cabeza cabe. No tengo nada contra las flores, de hecho me agradan como centro de mesa, para poner en el auto y para quedar bien en los velorios, pero ¿Yo? ¿Una margarita, un geranio, una begonia, tulipán, rosa, crisantemo, magnolia, camelia, jacinto, clavel, azucena, hortensia, petunia, margarita, junquillo, girasol, acónito, verbena, prímula, heliotropo, viburno, lavándula, alhucema, espliego, amapola, violeta, malva, artemisa, manzanilla, campánula, muguete, genciana, edelweiss, rododendro, corazoncillo, mirobalano, adormidera, tila, acedera, brezo, saxífraga, llantén, jazmín, cardo, achicoria, orquídea? ¿Cuál de todas? Y por qué lo dirás, es tan genérico que me llames así ¿sugerís que soy una cualquiera? ¿Que como yo hay miles? ¿Es eso? Qué ridículo sos, me hacés reír, y te advierto: para llevarme a mi propia cama vas a tener que hacer algo bastante más interesante que compararme con una florcita de mierda.-
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miércoles, 3 de junio de 2009

'81

En el asiento trasero del Ford Falcon blanco modelo '81, hay siete papelitos de merca, dos pares de zapatos y una rubia que se manda los pases con prolijidad de orfebre. En el baúl de ese mismo cacharro -comprado a unos gitanos de Floresta por la módica suma de siete mil pesos, ganancia obtenida, en parte, de la venta de la merca robada de un camión que jamás llegó a pasar la frontera con Bolivia- hay un tipo que se desangra por los tres tiros en la nuca, y de a ratos se mueve, como último aviso de muerte. En la guantera del Falcon hay una Magnum S&W 500 -caño largo-, balas, forros, pastillas, tres mil docientos cuarenta y tres pesos, treinta y cinco centavos, una bolsa de diez gramos, ocho fasos, rivotril, un agua mineral y una llave de repuesto. En el asiento del conductor está el conductor de metro setenta, camisa a rayas, cinturón de cuero, jean manchado de sangre, botas robadas y el corazón a punto de reventarle, mientras frente a mí -es decir el conductor de metro setenta, camisa a rayas, barba de tres días, excitado y con miedo- se desviste una puta rubia y despeinada, que ahora simula ponerse los tacos altos y mete la mano debajo del asiento del acompañante para descubrir que allí, mal escondida, está la Colt Pocket Nine, lista para decorar con mis sesos el tapizado negro del Falcon '81.-
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(Foto de nnn.-)

martes, 2 de junio de 2009

invierno

Quererte siempre fue tan fácil: hacerlo me queda cómodo, lo que no me queda del todo cómodo es ir hasta tu casa, porque está medio a trasmano de la mía, pero no importa, por vos camino, hago dedo, troto bajo la lluvia, y sabés lo que me molesta trotar. Quererte no me cuesta nada. ¿A vos te cuesta leer el diario, dejar que se abra esa ventana en invierno, ponerte perfume para salir de noche? Bueno, a mí lo mismo, nada más que con quererte, que si bien es un riesgo -montaña rusa psicodélica- resulta muy agradable. Por eso ahora hago el camino a tu casa de memoria. Me abrazás en la puerta: intento quedarme contra tu pecho, es casi tan cómodo como quererte. Subida a ese escalón parecés más alta. Y yo acá, con mi capucha puesta y sin besarte, me siento tan idiota. Pero no faltará oportunidad. Eso es lo que dicen todos los que se quedan con las ganas. Es más fácil pensarlo así. Casi tan fácil como quererte de esta manera medio pavota.-
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(imagen extraída de aquí)

lunes, 1 de junio de 2009

-woman-

Gol de Boca. El grito de un vecino me despierta, y conmigo, amanece una resaca que no había tenido durante meses. Bicho, me tuve que ir, abrió la encargada, después te cuento, nada grave, besitos. Se fue, y en la casa, dejó su perfume para el desayuno. Mejor es una docena de medialunas. Además, detesto que me digan bicho. Y no tenemos tanta confianza: qué se cree esta mina. En el botiquín jamás tuve pastillas para el malestar post-alcohol, y claro, esta no es la excepción. Un amigo médico recomienda beber tuco, dice que acomoda el estómago. Abro una lata de salsa Pomarola y me la tomo de un sorbo: el filo me corta los labios. Sangre, y acto seguido, vómito rojo. Nota mental: no volver a tomar tuco y no volver a hablarle a ese falso amigo falso médico. Aún con arcadas, vuelvo al cuarto. Bicho, me tuve que ir, me abrió la encargada, después te cuento, nada grave, besitos. La llamó el otro, es evidente. Y me dejó sus pantuflas al pie de la cama. Escribo en el celular: hija de puta, ¿por qué no me decís que me estás cagando?, selecciono su nombre en el visor, aprieto Send, el celular pregunta: ¿desea enviar el mensaje?, pongo que , y el celular vuelve a consultar: ¿De verdad vas a mandar este mensaje?, vuelvo a darle OK, y el teléfono insiste: Ey, ¿no te parece un exceso mandar este mensaje? entonces cierro el celular. Soy tan débil y pelotudo que no puedo ni bardearte por SMS. Tal vez sí hubiese sido un error mandarte ese comunicado molotov. Pero ¿acaso no es tristísimo verme tirando desodorante de ambientes -fragancia ropita de bebé- para paliar el vaho de la soledad y el fukin perfume del Armani Code -woman- que dejaste en cada rincón de mi monoambiente?.-
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(imagen extraída de aquí)