domingo, 31 de mayo de 2009

lima

Me simpatiza salir a mojarle una oreja al tipo atrevido, saltar muros y cercos ajenos en plena huida de la mediocridad, sonreírle a las mujeres que no bailan, bañarme en las aguas danzantes cuando despiertan los taxistas en sus autos con fragancia floral. Me gusta burlarme de la fortuna del vanidoso, jugar a los dados cada vez que reina el pánico, planificar sobre los techos de paja, especular y desespecular con caramelos de lima y miel. Me cae bien la gente que no confía, los que se confían demasiado y los que sólo confían en mí. De a ratos, tu sentimiento carapintada me sube al patrullero de la incertidumbre, me pasea por la Ciudad cual guía turística que bate sirenas y palos varios, y después me baja, con más chocolate en la cara que consejos para la próxima vez. Esquivo el estereotipo, fantaseo con ser humo, me distraigo cuando escucho el jazz de tus pasos que vienen, y me mareo si se te ocurre acceder. Negame siempre. Cada vez que te pida un round más, tirate al suelo y bancá la cuenta: uno, dos, tres, seis, nueve y entonces sí, pegame un buen trompazo en la nuca que me caben las sorpresas (siempre que te mantengas distante, vas a tener este mismo texto). Yo, desde la lona -sangre que brota del protector bucal, párpados negros, nariz chata- te voy a guiñar un ojo. Tomalo como una invitación a priori. Vos sabrás de lo que hablo.-
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(imagen extraída de aquí)

sábado, 30 de mayo de 2009

floripondios

No conozco más felicidad que la que no me pertenece, y eso -señores, damas, niños y floripondios- es la verdadera felicidad. Usted puede extraerla de la sonrisa en los jardines de infantes, de las fotos en la plaza de mi barrio, del viento en cada pollera que se vuela, o incluso, en el boleto del colectivo, cuando el obrero se da cuenta de que salió antes de su casa y de que tiene algo así como quince minutos más para dormirse pegado a la ventanilla del 88. Felicidad, ¿dónde estás? Y la Felicidad se ríe cada vez que una persona, vegetal o animalito hace esta pregunta pelotuda, se ríe de incómoda, de bufón nomás, para joder o para evadir la respuesta, y se ríe -tal vez en un bar, desde el sofá o en la cama- hasta atrangantarse con otra felicidad, que desde luego, tampoco le pertenece.-
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(imagen extraída de aquí)

viernes, 29 de mayo de 2009

bailar

¿Qué pasa si dejo de fumar? o si me compro un perro, alquilo un DVD, riego las plantas, me duermo en el piso. Si te digo que me voy a la casa de mi amiga y en realidad me voy con Él, que piensa en mí, me escribe, me llama, me quiere, me acomoda en el mejor rincón de la noche. Qué si me hago cargo, te digo que no va más, hago pasar al Otro, lo invito a comer, me desnudo sobre sus manos. Qué pasa si te pido que no vuelvas a llamarme, así, de un día para el otro, sin dar explicaciones, y me doy cuenta de que las cosas pueden estar mejor si tal vez me quedo con Él, fumamos porro, cantamos una canción que sólo Él y yo conocemos. Quién dijo que no puedo. Yo no soy tu asistente para cuando vos lo necesitás querido, eso que te quede claro. Qué pasa si me porto bien, o si me porto mal, si hago lo que quiero y le doy una chance para confundirme y me vuelvo a confundir. Qué pasa si te dejo y lo llamo. Contame. Qué pasa si te sorprendo y hago bailar a tu estabilidad, si al fin decido quedarme con él y no con vos.-
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(imagen extraída de aquí)

argumento

Por Mike Polvino
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Y entonces abrió su bata bordó frente a la pareja que protagonizaba un coito vulgar y trillado, y escupió su propia verga -escultural, brillosa y aceitada para la ocasión- en lo que fuere la muestra más sincera de intolerable soberbia dentro del rubro. Esa bendición de virilidad estremeció a la rubia, que ahora sí, permanecía inquieta y asustada sobre la cama de un set de filmación que no pudo más que rendirse ante el gesto característico de Nicanor Chesterton, que acto seguido le pidió permiso a ese actor mediocre que no dudó en correrse al notar su propia vergüenza frente a cámara. Así, Chesterton dio con una penetración exacta, que hizo temblar al cuerpo confundido, bastardeado, a una rubia que podría haber sido otra rubia o incluso cualquier otra mujer. Justo cuando todos creían que la película terminaba, que Chesterton había fracasado, que la pareja haría lo que se debe hacer para terminar de una buena vez con ese largometraje de inverosímil guión, con un argumento aburridísimo y con muy malos actores muy mal pagos -como corresponde-, lo profesional de Chesterton hizo de un film que pasaría de largo por los cines para adultos, una verdadera obra de colección. En esa misma película, en la brutalidad de un cuerpo venido a menos por el trabajo insalubre y el uso indiscriminado de drogas duras, en ese mismo escupitajo a su propio sexo, yacía la inmortalidad de un Chesterton glorioso.-
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(imagen extraída de aquí)

jueves, 28 de mayo de 2009

conventillero

En el fondo de mi corazón mal barrido, desprolijo y un toque conventillero, inauguraste un simpatiquísimo desfile de ropa cómoda, en el que no hacés más que limpiar a las rivales con tu alegría de Disneylandia y Mickey Mouse, y creéme, lo que hacés es una competencia tan desleal como efectiva, porque no hay forma de ganarle al poker de ases que habilitan tus besos de Dolce & Gabbana. Tenés una gran habilidad para sacar de pista a cuanta señorita me invite a pasear por los bordes de su cama y alrededores: corrés del eje todo lo que te molesta, lo hacés a un lado, lo incendiás y lo escondés entre la maleza de mi confusión nocturna. Capo mafia de Victoria Secret, hasta dónde querés llegar...hacés punta con conocimiento de causa, te burlás del resto y hasta llegás a burlarte de mí, pero a veces desbarrancás, y te gana tu histeria femenino-adolescente. Todo bien con que me desacomodes los libros, las cucharas soperas y las noches en casas ajenas, pero no te reclines en el asiento trasero de tu inteligencia. No da. No vaya a ser cosa de que protestes con tu poker de ases y después caigas en la cuenta de que en este Centro Recreativo que hemos dado en llamar mis brazos, sólo se juega al truco, o bien, todas las mesas están ocupadas.-
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(imagen extraída de aquí)

miércoles, 27 de mayo de 2009

Policlínico

Me da un poco de gracia ver que sin mí, no se te cae una puta idea.
Ni una sola.
Sos una burda imitación de lo que siempre quisiste ser. Redundante, poco atrevida y con delirios de genialidad. Oírte hablar es escuchar siempre lo mismo. Aburrido. Después de tu penoso desempeño, me tomo una birra y me voy a la cama.
No me dan ganas ni de invitarte a pasar.
Afuera llueve. Eso parece más interesante. Te quedaste sin tribuna, y sin mí ¿Dónde vas a correr ahora que sos del palo menos respetable? Contame, eso sí me resulta entretenido. Porque ahora que me traicionaste -leelo bien, traición, sí, eso mismo- sos una uña rota en el Policlínico Bancario.
Sos una desgracia. Con vos me duermo, pero no me duermo con vos.
Así como no pateo penales cuando estoy triste, no hago la siesta con la cama caliente.-
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(imagen extraída de aquí)

martes, 26 de mayo de 2009

cine

Siempre fuiste la amiga linda de una amiga no tan linda: en cada cumpleaños, despedida de solteros, aniversario, divorcio prematuro. Ahí estabas vos, sentada en un sillón, callada. Yo te miré de a ratos. Creo que vos nunca me miraste: no había nada que mirar. Pero chicas lindas hay en todos lados: en el colectivo, en las colas del banco y en los primeros asientos del cine. Eras común porque no recuerdo un perfume intenso, ni vestidos extravagantes ni parejas elocuentes. Todo era muy regular, casi predecible. Jamás me hubieses llamado la atención: una mujer linda -así, linda, no mucho más que eso- no tiene demasiado mérito. Por lo tanto, tampoco sorprendías, te gustaba el Fernet y la verdad que las mujeres que toman Fernet me producen un poco de rechazo. El Fernet es una bebida masculina. A vos el Gancia te hubiese quedado mejor. Pero yo no era -no soy- quién para decirte qué deberías tomar. Gustos. En eso no me meto. Entonces no había confianza ni para saludarte. O sí. Saludar es cuestión de respeto, y yo soy respetuoso. No sé, decíme vos. Tal vez sí te saludaba, pero era un hola y chau. De eso no pasaba. Eras como todas. Con una carrera en la UBA, un hobby, un perro de nombre gracioso y algunos hermanos en casa. Lo que se dice una más.
Hasta que hablaste.-
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(imagen extraída de aquí)

lunes, 25 de mayo de 2009

verbigracia

Salir con vos es ponerle sancos a un enano más bien feo, torpe y triste. Tenerte cerca es algo así como manejar un Rolls Royce mientras me fumo un Cohiba y un improbable Frank Sinatra me canta al oído Penny Lane. Más allá de tu jerarquía -que me salpica con lo más intenso y absurdo del Napalm propio del jet set local-, salir con vos es un riesgo interesante: logré lo que siempre quise, y ahora me visto como quiero y te paseo entre todos los grupos de ex-novias, familiares, amigos y enemigos. Doy envidia a los hombres, genero aplausos entre las multitudes de los boliches -que antes se reservaban el derecho de admisión, y hoy me admiten sin reservas y con derecho-, y las mujeres se preguntan dónde tengo guardado el secreto que me llevó a tenerte de copiloto en cada reunión de consorcio anque juntada vecinal. Logré una popularidad estúpida, irónica y un tanto inservible, que me hace pensar que apenas te vayas -verbigracia, billetera mata galán- voy a volver al gris del anonimato y del arrime de bochín en toda clase de Contratos y Derecho Comercial. De no ser así -de no ser así, es decir, en caso de que no me dejes, al menos no con tanta facilidad-, lo más probable es que Frank me muerda la oreja, Penny Lane me tape los ojos, el Cohiba se caiga sobre el tapizado de pana y nos vayamos -a unos 180 kilómetros por hora-, contra una pared de concreto y desenfreno meteórico.-
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(imagen extraída de aquí)

sábado, 23 de mayo de 2009

viernes, 22 de mayo de 2009

parquet

Debe odiarme. Aunque duerma todo el tiempo, ronque y sea dueño de una exclusiva cucha en el rincón más cálido de la cocina, aunque no tenga obligaciones y de vez en cuando hasta pueda esconderse -debajo de la cama- de una realidad que supera sus veinte centímetros erguido, estimo que me odia. Debe ser terrible vivir en blanco y negro, soñar en medio de un montón de gomaespuma, preguntarse por Dios desde lo más profundo de sus peludas cuatro patas, ser maltratado por la patria potestad de un matrimonio con tres hijos y un gato medio pelotudo. Los perros no tienen suicidios, no hay paz en ellos. Y el cielo de las mascotas es un lugar tan difuso y queda siempre tan lejos para un perro de departamento... Ralph -así se llama mi perro, Ralph, pero se dice Ralf, con "f"- no puede más que sentir rencor hacia mí. Lo veo en sus ojos, en la manera que tiene de mover la cola. Por las noches planea una buena -o limpia- forma de asesinarme. Debe putear cada vez que le extiendo el agua helada, su pote de alimento balanceado, y quién poronga te dijo que me gustan los cuadraditos sabor "tormenta de arroz y bola de lomo", quién te contó que vomito si me das Bailey's, que no quiero coger todos los días, que salir con minas es sólo cosa tuya. Cómo sabés que mi cucha es cómoda, que no me molesta que sea de color verde, y que me agrada que me acaricies la cabeza los días de lluvia. Tantos años de compañía, te dejó tu novia y venías a abrazarme, cuando te ponés en pedo soy el único que llega hasta tu cama para revivirte de la resaca, y todo eso me lo pagás sacándome a pasear dos veces por día para que yo no te orine el parquet. Todo eso en Ralph y Ralph que me observa sin quejas, más bien con ternura doméstica: gotas de agua recién bebida caen de su barba gris y blanca. Ralph tiene razón. Ralph, te pido mil disculpas. Ralph, yo sí que soy un reverendo hijo de puta.-
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(imagen de nadienuncanada).-

jueves, 21 de mayo de 2009

sortija

Creo que cualquiera de nosotros se podría haber quedado con ella. Pero me tocó a mí. Y bueh' viejo, a veces a uno le cae la casaca del 10, agarra -en plena sesión de violencia y excitación adolescente- la púa que hace instantes Hendrix dejó flotar en el aire, y cuando el mundo se transforma en la sortija de esta calesita que ya nos tiene un tanto mareados, en esa gloria de morder el chicle globo y sentir la más fina y artificial pulpa empalagosa del tuti-fruti, ahí está la felicidad: en la sonrisa de mi abuela, en tu vestido de lino que asegura revancha, en el azar y en el fondo de un bowl que agoniza de maníes y algo de sal, restos de una noche con amigos, cigarros, cartas y cervezas. Ahí está la felicidad, ¿no la ves? No importa. Lo cierto es que los tengo acá reunidos, desde la ventana para mí son todos iguales, mínimos, nadie más alto ni talentoso ni honesto. Lo cierto -les contaba- es que cualquiera -de verdad, cualquiera- podría haberse quedado con ella: hombre que lava taxi, señor traje saco y corbata, muchacha colegiala con libros en la mano. Cualquiera, no tengo dudas, pero sucedió y ella está acá, duerme a mis espaldas, y todavía no sabe que fumo a escondidas, que dejo para mañana las tazas del desayuno de ayer, y que a fin de cuentas, casi casi me queda la certeza de que ella podría haberse quedado con cualquiera de nosotros pero no, se quedó conmigo, que con ella, ya dejé de ser cualquiera.-
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(imagen extraída de aquí)

miércoles, 20 de mayo de 2009

discordia

Me tocaste la quintita, desacomodaste la verdura de exposición, pasaste por entre mis góndolas como quien no quiere la cosa y se te cayeron un par de jarrones chinos, revistas coleccionables, una réplica en cristal de las esculturas de la Isla de Pascua, lapiceras Montblanc, perfumes de lo que fuimos, y me dejaste una vaga ilusión de lo que pudo haber sido si no te hubieses dado a la fuga luego de tu silencio esquivo: malabarista desafortunado que arroja cuchillos contra mi pecho de amante frustrado. Todo bien, estamos a mano. Ojo por ojo: caminemos tuertos, ciegos, mancos, sordos y un poco distraídos para no cruzarnos, y si acaso nos cruzamos casi de casualidad -en algún fukin meeting de los que organiza tu empresa de la discordia y el sexo infanto-juvenil-, no voy a culparte por hacerte la que no me viste, la que estoy muy ocupada, la mañana te llamo, la nos hablamos y arreglamos, cuando vos y yo sabemos que no hay nada que hablar y no nos vamos a encontrar un carajo, porque las cosas son así, y ahora me encapriché, y yo no te perdí, no es que me avivé a último momento. Conste que la que acá se queda sin la torta sos vos, y todos sabemos que la torta se come bastante más a gusto que cualquier pan francés o gourmet.-
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(imagen extraída de aquí)

martes, 19 de mayo de 2009

Matemáticas

-...cómo es eso?
-Claro. No quiero decir boludeces ni ser maricón, pero hay dos cosas que te dan la pauta de que con ella estás a favor, de que con ella sí, debe, o puede ser. Una: cuando comenzás a pensar que sería lindo, como quien no quiere la cosa, de callado, que a lo mejor, no sé, tal vez, se me ocurre, ella podría dejar de estar con otros tipos, para estar sólo con vos y con nadie más...
-Un poco egoísta, ¿no?
-Sí, que se yo...
-Bueno, ¿y la segunda?
-Cuando a ella la vas cambiando de lugar y ves que funciona siempre. Es decir, cuando la llevás a tu casa, al cine, a comer con las novias de tus amigos, a pasear por el barrio, a cumpleaños, casamientos, velorios, mesas, recepciones, viajes, recitales, reuniones, salas de espera, ensayos, situación de estupefacientes... vos sabés: la imaginás en distintos lugares y siempre te sentís conforme, y llegás a la conclusión de que es la adecuada. Lo vimos en el colegio: el orden de los factores no altera el resultado.
-Claro. Lo que decís es pura Lógica.
-No, Matemáticas...
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(imagen extraída de aquí)

lunes, 18 de mayo de 2009

nuca

Hoy me crucé con Brian. No lo veía desde el secundario. Siempre le tuve rechazo: detesto el nombre Brian pero eso no es culpa suya, más bien de los padres, delirantes adolescentes, parte de una sociedad revolucionaria mezclada con banderitas argentinas que se comieron el verso de que ganábamos la Guerra de Malvinas. Entre las bombas, los secuestros y las llantas de los Ford Falcon que araban por las noches, nació Brian. Gran jugador de fútbol: también lo odié por eso. Tenía todas las minas, era alto -sigue siendo alto-, muy drogadicto y hablaba bastante mal, pero a las mujeres no les importaba. Brian era el barrio, tatuaje, cordón de la vereda. Hace unos años cayó en cana vinculado a un delivery de faso. Los pelotudos distribuían las bolsitas en Plaza Flores, y hacían los repartos en un Renault 6 amarillo, como para no verlos... Brian, gran jugador de fútbol, ¿te lo dije? Fumaba porro pero no cigarrillo, parte de esa generación de los noventa que prefirió ahorrarse el tabaco y hacer un culto de la marihuana. Papá no entendería cómo se puede comprar una parte del combo. Papá nunca fumó faso. Me gustaría invitarlo a Brian a tomar una birra. Pero no creo que venga. Hoy lo vi en el noticiero, parece que la mafia del barrio lo boleteó. Le pusieron tres tiros en la nuca. Tembló en el suelo, Brian. Rogó para que no lo quemaran, pero a los tipos les importó tres carajos. A Brian le gustaba la birra.-
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(imagen extraída de aquí)

sábado, 16 de mayo de 2009

Ojos de Motorola W375 - El autobus mágico

Una mañana cualquiera en el colectivo 124.
(La leyenda es Avise donde baja porque Harry Potter no trabaja).
Gracias por avisar, chofer.-

viernes, 15 de mayo de 2009

country

Cazador de mira trunca, amante social, fumador impreciso, cantante de calefón y jabón blanco, trabajador compulsivo, estudiante de Abogacía por mero placer, buscador de palabras graciosas en el diccionario, fanático de la familia, escéptico hasta que se demuestre lo contrario, culpable por efecto dominó -justos pagan por pecadores-, vicioso de la ironía, hipertenso gracias a los genes del abuelo, coleccionista de figuritas mundial '94, jugador de area chica, mal mentiroso, la soberbia te queda tan holgada, las medias se te bajan cuando caminás por Rivadavia, honesto por default, lector de horóscopos en el colectivo, inútil para los quehaceres maritales, respetable cocinero, protector de hermanas, melancólico aunque le pese, saxofonista retirado, goleador de PlayStation, invitado de fiesta de quince en que alguien fue desinvitado a último momento, cónyuge frustrado, inquieto por instinto, fotógrafo amateur, observador de terraza, incompatible con tus amigas del country, golpeador de narices chatas, aficionado a las milanesas, no usa reloj muñeca, evita viajar en tren por la madrugada, perdedor habitual: ¿qué vas a hacer ahora para escaparte, pichón de crac, wannabe de golden boy? ¿cómo vas a recuperarte de esta?.-
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(imagen extraída de aquí)

jueves, 14 de mayo de 2009

frac

No te odio: cómo voy a odiarte si yo te quise como ningún hombre va a quererte -sí, todos dicen eso, pero esta vez es verdad-, y aunque te hayas llevado la mitad de todos mis bienes y algunas otras ideas ajenas, no te tengo rencores. En la mudanza te robaste mi deseo sexual, pero ya encontraré otro en algún mercado de pulgas. Mientras tanto, no te deseo la muerte, pero sí te obsequio este paquete de podredumbre visceral, y te dedico el sueño más repulsivo de todas mis fantasías: que cada vez que te lo cojas a él, lejos de mí, en un albergue transitorio de Palermo Hollywood, rodeada de shampúes de obsequio y forros vencidos, te acuerdes de mi perfume y te pongas a llorar, que no puedas comer con su familia sin extrañar a mi perra lamiéndote la punta de los pies, que salgas y no tengas a dónde ir, busques entre los contactos del celular el salvavidas y que todo indique que la referencia siempre voy a ser yo, y que el asunto gire sin fin en torno a mí, que sea otra vez más y mejor de mí, todo yo, nada él, que no logres rehacer tu vida, que se te caiga el pelo y las tetas y aún esperes volver a cruzarme en la puerta de algún cine, en tu pesadilla más próxima, en las reuniones de frac y maqueta. No se le desea el mal a nadie, excepto a vos, que no sos nadie. No te odio, es cierto. Y te regalo toda esta basura que drena en mí, gracias a vos.-
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(imagen extraída de aquí)

miércoles, 13 de mayo de 2009

azafata

Vos y yo qué dupla, señores.
Vos y yo casi casi que me planto.
Vos y yo delirante.
Vos y yo en qué puede terminar esto.
Vos y yo y que no se diga más.
Vos y yo dejame que te explique, no soy igual a todos...
Vos y yo un trago, una salida, una película, un paseo, un algo.
Vos y yo te quedás acá, lo sé.
Vos y yo me partiste la cabeza con tu simpatía de azafata en vuelo internacional.
Vos y yo aguanto los trapos a morir.
Vos y yo sos vos, estoy seguro, dejá que yo te explique, dale...
Vos y yo luna de miel, multiprocesadora, navidades.
Vos y yo Dios mío: si resulta esto de vos y yo...
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(imagen extraída de aquí)

martes, 12 de mayo de 2009

arándanos

En los cuatro primeros segundos luego de abrir los ojos, lo tortura un pánico exacto y que le aprieta las muelas. Se levanta despacio para que ella no se dé cuenta, y en efecto, ella no se da cuenta de que él, a oscuras, desnudo y con las piernas dormidas, llega hasta el baño tanteando las paredes para no tropezar con zapatos o el gato. Da con la luz por mera casualidad o instinto, y apenas encuentra el inodoro, en silencio vomita casi todo lo que había comido hacía apenas unas horas: pega su boca contra la cerámica hasta sentir el frío del agua que cae por los bordes. Bebe un poco, sigue vomitando y escupe una, dos, tres veces. Sangre. Limpia sus labios con papel higiénico que descarta en un rincón del botiquín. Lava su cara y desde la puerta del baño, la oye respirar. Es preciosa, e inteligente, y contadora, y muy rubia. Se acerca a la cama, quiere acariciarla pero las arcadas lo obligan a taparse la boca. Es inútil: exhala por entre los dedos, ensucia las sábanas blancas y gana sus manos y los brazos. Ruega que ella no se dé cuenta en ese momento, y en efecto, ella no se da cuenta (al menos no en ese momento). Vuelve al baño entre confundido y avergonzado. Ya no tiene sueño. Busca somníferos en el botiquín, encuentra un frasco sin etiqueta pero lleno de pastillas, carga su mano y se las traga en seco. Después, se acomoda en la bañera. Horas más tarde, lo despierta una empleada doméstica desconocida, que por pudor le tiende una toalla de manos sobre el cuerpo. Ella se fue al estudio, la empleada ya cambió las sábanas, el desayuno está servido: café negro y tostadas de salvado con mermelada de arándanos.-
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(imagen extraída de aquí)

lunes, 11 de mayo de 2009

karaoke

Está clínicamente comprobado que despertar junto a ella en tres de cada siete desayunos de la semana, prolonga la esperanza de no caer en el difícil pozo ciego de la mediocridad masculina. También es cierto que el resto de las noches en que no viene a dormir a casa, ella se acuesta con otros tipos que tal vez, jamás lleguen a darse cuenta del privilegio que significa recibir su seguidilla de patadas de luchador amateur desvelado, verdaderas palizas oníricas, frenéticas, magníficas. Qué generosidad la de ella, que hace feliz a cuanto caballero le invita un trago, pieza de baile o pastilla loca. Qué desgracia la mía, que día por medio saco a pasear esta costumbre de caer en ella: homeless de romance ajeno, distinguidísima RRPP en la empresa de la soledad, lucra con lo necesario del otro, me vende gato por liebre -y con lo que me gusta el gato poché. La culpa será mía, que no soporto estar sin su frivolidad de pasarela en Chascomús, pero mi vida -casa de citas, shows en vivo y karaoke de mala muerte para mayores de 18 con DNI-, qué sería de mi vida sin su golpe adecuado en la boca del estómago de mi corazón.-
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(imagen del Flickr de nnn.-)

viernes, 8 de mayo de 2009

plantilla

Extraño tu cara de sala velatoria en las reuniones con amigos, en los casamientos de primos lejanos y cada viernes por la noche cuando me acompañabas al teatro.
Extraño la exigencia de ese poquitito más que, a tu juzgar, siembre me faltaba para tenerte contenta.
Extraño tus quejas por mi barba; extraño tus quejas y día por medio, mi barba.
Extraño el sexo de currículum vitae, pautado, preestablecido, sexo plantilla, de rutina, burocrático, bancario, institucional, de protocolo y sin gritos ni exageración femenina.
Extraño tu histeria, tu historia, tu histriónico planteo sin sustancia, los caprichos por hobby y el hobby de pasarla juntos.
Extraño el proyecto a largo plazo, tu insoportable aroma de free shop, las cenas en el silencio de la tregua y a veces hasta extraño el silencio.
Extraño tu frazada que pincha, saludar a tu mamá en el desayuno, compartir pornografía con tus hermanos y el acento centroamericano de tu empleada doméstica.
Extraño leer dedicatorias de tus ex en los libros, la indecisión de tus pechos, la comodidad en los sillones del living.
Extraño la luz en la ventana de los ojos de tus canarios, la libertad de escoger un tema para discutir, las carteras Louis Vuitton de tus amigas y los argumentos cuasifascistas de sus acompañantes nocturnos.
Extraño viajar en auto y pensar en alguien, salir a bailar y tener claro que podría estar mejor en otro lugar, aburrirme de sacar entradas para ver otra fukin película de Bridget Jones, tomar fotografías y tenerte cerca.
Extraño tus anteojos, tu miedo a la menopausia juvenil, el rimel sobre mi camisa, el reproche gratuito, la falta de tacto, tu ánima policial obsesiva-impulsiva-compulsiva.
Extraño todo eso pero no te confundas, no te extraño a vos. Más bien extraño eso que vuelve -como extrañarte, como este mismo texto, ambos sin originalidad- y que es el espacio que te abrías entre la belleza y mi estupidez.-
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(imagen extraída de aquí)

jueves, 7 de mayo de 2009

reventado

20 poemas de amor y una canción desesperada: pasá ya mismo a buscar tu puto librito de rimas chotas, la edición que compraste es tan mala que no sirve ni para sostener la mesa del living, que desde luego, es la misma que me regalaste para Navidad -¡que se sepa, señores, me regaló una mesa en Navidad!-, ahí demostraste que no te importaba un carajo nada, yo quería la PlayStation2 y me diste una mesa de mierda que compraste en Flores, seguro fue un canje, y además te cagaron porque tiene las patas chuecas, es decir, me cagaron, porque la mesa quedó en mi casa, y vos ahora en tu casa con mesa nueva y un cualquiera, seguro me estás cagando, o alguna vez me cagaste, o lo pensás -vaya uno a saber-, y tanto lío que habíamos hecho para estar juntos, tantos laburos rechacé porque vos te ponías celosa, 20 trabajos habré dejado pasar, tantos poemas, tanto amor y mortadela, y canción y desesperación y desvinculación y desintoxicación, tanto para saber que permanecimos unidos por largos años para que rehagas tu vida de un día para el otro, y así no va ¡Así, no! Y vos, hijo de puta, seguro que te me estás meando de la risa, la culpa es tuya, Neruda reventado, si sufriste toda tu vida fue porque quisiste, por eso te digo, te canto falta envido, le grito al cielo, al humo, a Dios y a la juventud: ¡es tan largo el amor y es tan corto el olvido!.-
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(imagen extraída de aquí)

miércoles, 6 de mayo de 2009

mostaza

La casa está en orden un carajo, Raúl: llego y me tropiezo con tus zapatos, tirás el abrigo por cualquier lado, te hiciste un sanguche de milanesa y me dejaste el cuchillo embadurnado en mostaza para lavar, ¿qué te crees? ¿que soy un burro de carga yo? ¿que llego y tengo que hacer de niñera, que soy tu mucama? ojo al piojo, que si yo me disfrazo los viernes a la noche es porque me dijiste que te gustaba, pero no te lo creas; sos terrible, ni una manito me das, y desparramás el azúcar, y qué hacen las medias arriba del televisor, dónde se vio que alguien haga tanto lío, esto así no va, Raúl, lo venimos hablando, así no se puede, Raúl hay que parar con todo esto, Raúl quiero un tiempo, sabés a lo que me refiero con el tiempo... Raúl ¿otra vez con lo mismo? No te dejo porque te llames Raúl, si fueras Carlos, Lucas o Juan Bautista, para mí sería lo mismo. Basta Raúl, hay que ponerle fin a todo esto. Te vas a lo de tu mamá, o a lo de Rodrigo, ese cadete con el que salías a tomar cerveza los jueves a la noche. Llevate una mantita por si tenés frío, mirá que mañana va a estar fresco. Raúl yo te lo dije, Raúl yo siempre supe que terminaríamos así, Raúl yo siempre supe que terminaríamos, Raúl yo siempre supe que, Raúl yo siempre supe, Raúl yo siempre, Raúl yo, Raúl...-
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(imagen extraída de aquí)

martes, 5 de mayo de 2009

ojotas

La diferencia entre un lugar tranquilo y Saladita -pueblito cordobés de unos tres mil habitantes, capital del chorizo de soja- es que Saladita está muerto. Muñiz nos recibe con el mismo pantalón corto de All Boys, que tiene la misma mancha en el mismo lugar que la otra vez. Sus ojotas son el resumen de los días en el lugar: simples, corrientes, aburridos. Acá nunca pasa nada, asegura y sonríe: muestra una boca irregular, desencontrada, dejada al igual que su perro, la casa y su esposa. En el pueblo, la moda pasó de moda: las mujeres están excedidas de peso y se visten para no pasar frío porque saben que no hay nadie a quien agradarle. Todos los hombres se conocen entre sí, y hay un severo pacto de fidelidad, más entre los propios varones que entre las parejas. Muñiz tiene un cáncer desconocido para los médicos del lugar. Muñiz jura que prefiere morir en su casa, que no necesita remedios, que cuando haya que pirar, él estará listo. La gente de Saladita vive con agrado esa suerte de paz que trae aparejada la ignorancia: no conocen el dengue, y están convencidos de que la fiebre porcina es un invento de los Estados Unidos. En Saladita, la resignación despierta con las primeras luces del día y así se queda hasta las ocho de la noche. Eso sí, duerme la siesta de dos a seis, como corresponde.-
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(Esta imagen forma parte de la galería NadieNuncaNada en Flickr. Ya podés ver las nuevas fotos haciendo clic acá)

lunes, 4 de mayo de 2009

Entrevista a León Arslanián

Dicen que si hacés clic acá, saltás a una entrevista que JBTL le hizo a León Arslanián, ex ministro de Seguridad bonaerense, para Politicargentina. Dicen eh, ojo.-
Algún día espero tener una gran biblioteca para que la gente piense que soy culto: nadie duda de que las personas que tienen miles de libros sean cultas, se da por hecho, y nadie tampoco le pregunta al culto si ha leído todo los libros de su biblioteca, porque no es correcto hacerlo, es más bien poco cortés, y además, queda feo. Mientras me ilusiono con tener esa fama -que trae aparejado una pipa muerta en los labios, un monóculo, una bata de seda bordó, un apodo corto pero con muchísimo nivel -algo así como Rony o Goyo-, cabello blanco y expresión de me molesta la gente, ¡váyanse, fush!, manga de mortales, quiero seguir leyendo- me aprovecho de las bibliotecas y librerías ajenas. A veces permanezco escondido detrás de los libros de autoayuda, para escuchar las conversaciones de los adolescentes borderlines que se acercan con acné en los pómulos y remeras de Nü Metal. Mirá, mirá, buscá la palabra pija en el diccionario, y se ríen. Mirá, mirá, ahora buscá poronga, y se ríen otra vez. A mis espaldas, en los estantes con libros de arte, una pareja de viejos me-recorrí-los-museos-de-Europa-cuando-los-chicos-se-fueron-de-casa, debate sobre los colores y la evolución en los sentimientos de las obras de Salvador Dalí. Para entonces, la noche ya es una realidad en el domingo que se fuga. Salgo de la librería con las manos vacías, preguntándome en qué punto del cosmos La Metamorfosis de Narciso se encuentra con el significado de la palabra chota.-
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(imagen extraída de aquí)

viernes, 1 de mayo de 2009

escudería

Los astros hablaron: la bruja te dijo que yo era el indicado, que conmigo sí, que conmigo funciona, que el asunto camina, que tu novio tiene fecha de vencimiento, que acá está el muchacho, que el capitán deja la escudería del hedonismo y se pianta para tus lechos, pero que tomes la decisión, que lo dejes al mequetrefe ese. Los astros gritaron, mostraron lo posible de hacer de una amistad confusa, un dúo fantástico, coloquial, para alquilar balcones. Faltaría que lo dejaras a él con sus diagramas locos y sus tomos de Arquitectura. Faltaría entonces que le hicieras caso a la bruja, que si te dijo que conmigo todo, conmigo besos, conmigo flores, conmigo o con vos, uno de nosotros, entierra al otro, no hay más que creerle. Así suceden las cosas: lo dijo la bruja de boca de los astros.-
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(imagen extraída de aquí)