jueves, 12 de febrero de 2009

Cosmopolitan

Me compré un celular con cámara pero desde luego, no uso la cámara de mi celular; amaría estar en una partuza con Scarlett Johansson y Penélope Cruz, pero tengo claro que no haría ni el menor esfuerzo en concretar un affaire con ambas; de a ratos encuentro un lindo libro en la biblioteca de mi casa, lo hojeo, subrayo frases, me aburro y lo dejo en el mismo lugar; de a ratos encuentro una linda mujer en el transporte público, en los recitales de bandas under, en las fiestas de amigas de ex novias, y repito un procedimiento similar al de los libros, cuando no son ellas quienes se aburren de mí y me devuelven a la biblioteca de mi casa; a menudo escribo mi mejor crónica periodística, hasta que escribo una mejor y renuevo mi fanatismo; me gustan las ropas coloridas pero reconozco que jamás aprenderé cómo lavarlas; me encanta el tema Crazy in love de Beyonce, pero no es políticamente correcto divulgar esa información; me pesa una cierta paranoia con la soledad, aunque intento no decirlo en las primeras citas; le tengo un profundo rechazo a los estudiantes de psicología, incluso más rechazo que a los psicólogos; evito escucharte cada vez que tu indiferencia se abanica con la revista Cosmopolitan en la orilla de tu ventana, cada vez que opinás de mí como se hace de una triste gestión de gobierno, con esa sinceridad casi institucional, ajena, empresarial, católica apostólica romana, caótica histriónica mundana.-
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(imagen extraída de aquí)

1 comentario:

mm dijo...

te pegó la peli, no?

baccci