miércoles, 1 de octubre de 2008

cielo

El remisero canta, y eso rompe con mi plan de tener un cómodo viaje hasta tu casa. Yo soy lo que soy no tengo que dar excusas por eso: el cover de Sandra Mihanovich no le sienta bien ni a mis oídos ni a la paz de mi cabeza contra el vidrio y el sol en los ojos. iPod. Coldplay. Música para homosexuales, palermitanos, snobs. Spinetta me baja a la realidad y me devuelve esa imagen de mi mismo que andaba buscando. Gracias, Flaco. Vos ni debés saber quién es Spinetta, pero no me voy a esmerar en explicarte: el sexo anda bien y con eso es suficiente, lo único que falta es que me ponga detallista. ¿Te molesta el volumen? pregunta el remisero, cabeza calva y con algo de pelo en los costados. No, qué me va a molestar, se apresura en contestar un sarcasmo precoz. Lo que molesta es la falta de dignidad de los pelados no asumidos, pienso, pero no lo digo. ¿...Y a vos te molesta si me prendo un cigarrillo? ahora soy yo el que hace las preguntas, aún viendo el cartel que "ruega no fumar". Y...la verdad, preferiría que no... resuelve el remisero en un condicional simple que habilita mi encendedor y acto seguido el humo del tabaco. Al cabo de unos minutos, apagalo pibe, sufro de asma.., y tose como si hubiera inhalado gas lacrimógeno. Entonces, en un acto magnánimo y de inexplicable naturaleza, estampo el cigarrillo en el respaldo del asiento del acompañante: sumo un peldaño a mi -dudosa- escalera camino al cielo.
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(imagen extraída de aquí)

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