miércoles, 9 de julio de 2008

mismo

Así, por lo diferentes, y muchas veces por lo lejos, te quiero tanto y te comprendo.-

Dame un Camel de diez y tres razones para alejar a mi amigo de la idea del suicidio, las drogas duras, y la sensación de que sólo se sale del fracaso para caer en otro fracaso aún peor. Tres razones, no más, si querés dos, para poder engañarlo con algo de optimismo y persuadirlo -sin siquiera estar yo mismo persuadido- de que hay cosas peores, aunque ambos sepamos que para el momento no las haya. Bueno dale, dame mis cigarrillos, y todavía espero el consejo, dame uno solo si no podés con dos, para mirarlo a los ojos sin que se entere de que estoy pasando por lo mismo, y que lo entiendo, y que tal vez yo esté más triste por él que por mí.-
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(foto extraída de aquí)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Siempre tan preciso...
Te tendría que agradecer por el post, pero te odio porque tengo ganas de ir al kiosco a comprar cigarros, y tratar de oír algún consejo.

El roto