jueves, 17 de julio de 2008

colibríes

Y cada vez que hablabas, que me servías tus geniales almuerzos-delivery made in Palermo Soho, la casa se llenaba de alegría, y de tus ojos verdes -porque siempre fueron verdes, ¿no? o así los veía- brotaban mariposas y luciérnagas que adornaban cada uno de nuestros besos, mientras de tus palabras -manantial de ternura-, gorriones y colibríes salían a andar por nuestros lugares, detrás de la escalera, sobre el piano y en nuestra cama aún por tender.
Por todo eso te dejé: no quiero ni un zoológico ni un circo en mi casa.-
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(imagen extraída de aquí)

3 comentarios:

Andra Sitt dijo...

este post me re gusto! BSOTES!

Miriam Eme Eme dijo...

Genial!
Solo un detalle: probá escribir "por eso te dejé...." en renglón aparte.
Ayudaría al efecto, me parece.
Slds, Miriam

Pd: nunca escribiste para radio?
Yo me imagino a tus textos leídos... hay mucha imágen, y efecto de salida.

Anónimo dijo...

siempre fueron verdes.-