domingo, 4 de noviembre de 2007

she is like a rainbow mientras caen Power Rangers o el cumpleaños de mi tío Ulises


Cumpleaños familiar, 40 años para un tío al que cuesta calcularle la edad exacta. Eso es bueno. O no. El salón -que por lo general es sede de reuniones del Centro de Jubilados y Pensionados "Mordisquito"- está debajo de la casa de mi abuelo. El piso: baldosas en mosaico. En las paredes algo de humedad, no demasiada, y también hay un precario reloj que en lugar de números tiene once letras: Mordisquito. Antes habían carteles de Perón y Evita. Ahora prefieren algo más kisch, más moderno, y pusieron un soporte y un televisor sin control remoto. Uau.
Las empanadas de carne son ricas, las de verdura también. Las de jamón y queso no sé, había comido demasiado de las anteriores, y todos sabemos que un poquito acá, otro allá, salchichita con ketchup que viene, sanguchito jamón-lechuga que va, y eso, engaña al estómago. Lindo engaño. Ahí vino el mago, muchachos, mezcla de Mateyko, el marido de Adriana Aguirre y Sandro. Mi hermano dice se parece a De Rosa, el tipo que hacía de Saberio en Chiquititas, y yo me quedo pensando qué bueno el sanguchito de jamón y lechuga.
Primero conecta sus artefactos y se pone un micrófono de los que se sujetan a la cabeza, cual gordito cantaniño en el programa de Susana Gimenez. Después pide palmas, más fuerte, palmas y parecemos una secta gospel, música de fondo: Emanuel Ortega y él acompaña, bonita, ven a gozar el ritmo, y la gente mueve la cabeza; recuerdos de mi adolescencia en problemas televisivos, crisis de identidad, y hasta un principio de Sindrome de Estocolmo.
El viejo truco de los aros chinos, de las palomas, del fuego, del billete que desaparece -uy, me parece que perdiste cien pesos, flaco...- y alguna chuchería con naipes de poker, espejitos de colores para un público demasiado amateur, edulcorado, tibio.
En el fin, después de la torta y un helado que terminaron siendo dos, souvenirs: llavero con la cara del Che Guevara. Los hizo la tía, ¿viste qué buenos? explica mamá que ya sabe que voy a escribir todo esto en este mismo lugar.

1 comentario:

huellas compartidas dijo...

me matan los magos!! son muy chistosos!
vi a uno en el club del vino que no se como demonios hacìa, pero te sacaba el corpiño sin tocarte... ojo! a mí no me agarró, por suerte!!
quiero un cumple con mago, ahora... =(
besos