lunes, 17 de septiembre de 2007

Un goy perdido en Rosh Hashaná (parte III - final)

Segundo tiempo: familia de la madre de mi novia. Más descontracturado, más público joven, más gente -aunque el clásico saludo general es infalible. Como mi novia es "té con leche" (fruto del amor de un padre de orígenes rusos y una madre de orígenes turcos), la comida es turca. De movida, me encajan un kipe en la mano, ovalo de color tostado: el valor energético es proporcional al sabor, y debo confesar que estaba muy, muy, muy bueno. En esos momentos de plena felicidad gastronómica, uno se olvida de las calorías, de las grasas y de todas esas cosas que nos hacen estudiar en sexto grado para que cuidemos nuestra dieta. Pero yo tengo un pasado excedido de peso. Segunda confesión -espontánea- del relato.
¿Qué te sirvo?, alguien me pregunta. Me da un poco de vergüenza pero digo y...un poquito de todo... y la misma persona que hizo el ofrecimiento me sonríe, complacida (alguna vez alguien me explicó que no está bien no comer un poco de todo).
La comida es impecable, como en la primera cena. Solo que en esta última oportunidad, aprovecho la mesa dulce -mi "suegra" habla de mí, por primera vez en la vida, como su "yerno", y eso me genera mucha simpatía- y me sirvo algo que le dicen suspiro. Entonces se produce un momento mágico, casi religioso, en el que descubro a un nuevo amigo, compañero de aventuras: una copita de cristal que en el fondo contiene una crema color amarillo pastel con gusto a chocolate blanco, y sobre esta misma crema -que parece burlar a la llamada crema del cielo porque definitivamente esa es la crema del cielo- asoma una distinguida masa de merengue, exquisita, delicada, prolija y sutil. Entonces, cuando pruebo el postre, cierro los ojos, aferro la mano de mi novia, y digo: bendito Rosh Hashaná.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

No es te con leche, es café con leche.

MSR dijo...

Se me hizo agua la boca! Menos mal que mientras leía comía un pedacito de chocolate... si no, me iba a antojar jodido :)

Nadie Nunca Nada.- dijo...

FE DE ERRATAS:

Es cierto, al parecer es "Café con leche" y no "té con leche", pero el té me resultó, quizá, más poetico que el café, al menos más suave.
Gracias a la buena onda de mi novia que me corrige con muy poca onda y encima de todo firma como anónimo...

Mauro Accurso dijo...

jaja , decile q no firme más como anónimo, el en post anterior me agredeció y tuve q deducir q era ella. ahora me dan ganas de festejar rosh hashana

Agus dijo...

sin duda, lo mejor de la fiesta son las comidas..
se sale la gorda en mi, que querés que te diga

Agus dijo...

*de las fiestas, todas, ninguna en particular, simplemente todaas